jueves, 28 de noviembre de 2013

Humo en tus ojos

Por Sara Rodríguez Canal.


Al igual que el héroe que regresa a su hogar tras años batallando, así es el regreso del artista Jorge Barbi a Madrid, donde no exponía desde 1995.

La exposición podría dividirse es dos partes. La primera bajo el título de Humo. Consiste en una serie de fotomontajes, a simple vista de objetos antiguos, oxidados, estropeados con un fondo negro, algunos amontonados y otros separados entre sí, colocados, dejándose ver plenamente. Piezas del pasado que vas acumulando en tu propio orden desordenado, como el estudiante en plenos exámenes finales. Objetos que han podido tener gran significado o el mas mínimo, algo que quieres recordar u olvidar, quien sabe. En ellas podemos ver figuras de humo por los alrededores. Puede ser una manera de comunicarse, como los antiguos indios cuando les separaban grandes praderas. Puede que esas acumulaciones de recuerdos le hagan daño pero no pueda deshacerse de ellas. Volviendo a la imagen del héroe, sintiendo esa frustración o tristeza al llegar tarde a tu misión, a no poder cumplirla, algo que se queda en tu interior, cosas que necesitas sacar pero, en el fondo, ni quieres ni sabes cómo sacarlo, hasta que llega alguien a ayudarte a superarlo o a entenderlo.

De todos modos, estos objetos, tenga mucho significado o no para su dueño, acabarán desapareciendo, siendo vendidos o perdidos. Poco a poco olvidados como nosotros mismos.
En la segunda parte se encuentran unas series fotográficas bajo el nombre de  “Producto de la necesidad, Producto del juego, Producto del azar”. ‘Welcome to Paradise’ amantes de la naturaleza a este extraordinario espacio en el que naturaleza, ser humano y azar se unen en una danza que es capaz de dejarnos perplejos.

Hace una división de los grupos de imágenes. Por un lado están los paisajes que uno se puede encontrar, por otro, paisajes en los que el hombre ha tenido algo de influencia y, por último, paisajes en los que ha tenido una gran mano la casualidad, el azar, y se han creado unas sorprendentes figuras o siluetas, entre otras.

Con estas imágenes entré en una verdadera confusión, pues si no llega a ser por el título, más de una obra pensaría que no correspondía a lo que se hablaba. Me explico, en muchas de las imágenes de azar parece que la intervención del hombre es presente y necesaria para que esa “situación” sea posible.  

El ver estas tres últimas obras me ha hecho replantearme muchas cosas, he subestimado todo esto mundo de arte tan difícil de entender para mi, desde mi punto de vista. ¿Cómo sería yo capaz de ver tales figuras en arena, árboles y otros elementos paisajistas? ¿Será algo que se encuentra por azar o hay que ir buscando? ¿Fotografías esos sucesos o te das cuenta después? Muchas veces si vuelves a revisar fotografías que has hecho o te han hecho, puedes ver cosas nuevas, no ha este nivel, pero para mí es algo similar, un modo de intentar entenderlo.

Se nota a la legua que soy una amante de la fotografía, a lo mejor de ahí mi gran admiración ante todo esto. Un simple paso a un lado o a otro puede cambiar desorbitadamente el resultado de la imagen. Es necesaria una exactitud, imaginación y paciencia mágicas.

En conclusión, lo que creo que Barbi intenta expresar es la cercanía de ambos mundos, el del hombre y el de la naturaleza, y cómo el hombre puede intervenir en él pero no puede controlarlo. Puede aprovecharse de él pero siempre seremos inferiores, borrosos, como una cortina de humo. 

domingo, 24 de noviembre de 2013

CONSECUENCIAS DE LA PEREZA.

Crítica sobre la exposición "La casa desolada, LME" de Florentino Diaz por Pamela Piedrahita.

Actualmente la situación de España y de todos los hombres que la habitan es llamativa, sorprendente y para muchos roza lo dramático. Hace unos años la idea de dejar a un lado las distracciones y luchar por nuestros derechos estaba en boca de algunos cuantos ilustrados y aburridos como pasaba en mi colegio cuando apenas tenía 16 años y comenzaba el movimiento 15M, que trajo consigo una ola de manifestaciones en contra de la casta política que nos estaba llevando a usted, a mi y al pueblo a un precipicio, este movimiento fue criticado, odiado y apoyado por unos pocos y desde mi punto de vista tenía que haber sido un movimiento encabezado por todo el mundo, literalmente, sin excepción alguna, desde los mas pequeños, los mas ricos, los inteligentes, los que pasan del mundo, los hombres en general, pero no, el 15M fue ignorado y ahora se ven las consecuencias, la rabia del pueblo y las quejas, cuando en su momento pudimos hacer algo y pasamos.

Este tema, ahora tan habitual en las conversaciones hasta de un adolescente normal donde su mayor preocupación es el que dirán, fue expuesto por el artista, Florentino Diaz, en la Galería Astarté con el titulo de "La casa desolada, LME". Esta exposición se basa en pequeñas casitas hechas con materiales reciclados, recogidos en contenedores, abandonados o ya sin uso ni valor pertenecientes a lugares importantes como el Hotel Palace que explica el propio autor en una entrevista, también aparece la frase "soy español y estoy en paro" y un personaje popular español y cómico como Filemón.

Uno de los deberes de los artistas en este mundo moderno es hacer un arte critico, moral e instruir al ciudadano vulgar y Florentino Diaz cumple muy bien este requisito con esta exposición ya que trata temas preocupantes, puede llamar la atención de personajes públicos de su alrededor que pueden crear soluciones y demuestra que esta nueva situación no solo afecta al pueblo sino también a las elites de nuestra sociedad.
De forma irónica nos muestra la realidad, ahora la clase media y baja intenta sobrevivir con los restos que le queden, llegar a fin de mes con apenas alientos e ilusiones que poco a poco van perdiendo valor como los materiales recogidos del Hotel Palace, las sobras de materiales ricos utilizados por los pobres, la idea de Filemón la compara con un ciudadano normal con tragedias, situaciones tan irreales en un país del primer mundo que hasta resulta ilógico y gracioso; somos un dibujo manejados por los de arriba, los de poder, los que quieren espectáculo, no somos dueños de nuestra propia vida y algunas decisiones que creemos que podemos tomar con libertad están determinadas por leyes y medidas que poco a poco nos van bloqueando, nos van cortando alas y nos van devolviendo a épocas anteriores donde las luchas por todos los derechos que tenemos ahora parecen que fueron en vano, la frase principal de "Soy español y estoy en paro" es una critica a la pereza, al no hacer las cosas a tiempo, al luchar por lo que nos pertenece solo cuando nos vemos en la peor situación que poco a poco se veía venir, pero lo único que sabemos hacer es criticar y no llevar a practica la teoría  ya que eso implica mas, implica sacrificio, un sacrificio  de lucha, de decir " ¡Basta ya! " , de no dejar que los políticos y los banqueros se apoderen de todo, un sacrificio que en un momento adecuado como la oportunidad del 15M y su mentalidad hubiera parado esta situación actual. 


Florentino Diaz nos recuerda por si acaso cual es la lamentable situación en la que estamos para que no nos acostumbremos a ella.

lunes, 18 de noviembre de 2013

La marcha del millón de hombres

por Sara Rodríguez Canal.

“La educación no se vende”, “contra la educación mercantil”, “por una vivienda digna”, “no a los desahucios”, “no al paro”, “malditos aquellos que defienden al trabajador con palabras y lo traicionan con hechos”. Estos son algunos ejemplos de algunas frases que recorren las calles de nuestro país día a día desde hace demasiado tiempo ya. En manifestaciones, en pancartas, en redes sociales… se puede comprobar el descontento de la población en general con los desahucios,  las leyes en la educación o el paro, entre otros. El optimismo baja mientras el descontento sube. Gente querida a la que tenemos que decir adiós y ver marchar para que puedan tener un futuro.
En la exposición de Florentino Díaz, se puede apreciar claramente este ambiente. Al entrar puede que estés un poco desconcertado, contrariado. Hasta que poco a poco se empieza a apoderar de ti esa sensación que vives en casa o en el colegio, ese sentimiento  para con la sociedad. Ese cabreo descomunal y ese malestar que te retuerce el estómago porque por más que intentas hacer cosas para mejorarlo, a veces incluso empeora. ¿Cómo poner fin a una situación así?
En esta exposición, con un tono crítico y humorístico a la vez, se puede ver reflejado el sentimiento que inunda el país. Como poco a poco algo que nos parece familiar carece de sentido, como una casa embargada, en ruinas. Se pueden seguir los pasos, escultura tras escultura,  que la llevan hacia la ruina, como al país. Ocurre lo mismo en el ámbito escolar, en las aulas de colegio, institutos y universidades. Pero antes de pasar a este ámbito quiere dejar claro algo que está día a día en boca de todos: “soy español y estoy en paro”.
Todas las obras están hechas de restos, de cajas por ejemplo, de materiales reciclados. En muchas de las cajas podemos observar mensajes, publicidad, el nombre del contenido…  Su exposición, denominada La casa desolada cuenta con unas iniciales que son L.M.D, que concuerdan con las iniciales de la Bolsa de Metales de Londres. Esta fue un resultado directo de la revolución industria y, además, proporciona el foro global para todos los que deseen manejar el riesgo de los movimientos futuros del precio en metales y plásticos no ferrosos, extraña característica ya que la mayoría de sus obras son en madera, aunque hay un par de ellas en metal.
Volviendo al tema de las aulas, podemos ver la decadencia de estas, en una de ellas con la palabra “arte” escrita en mayúsculas. A la vez, en la mayoría de las obras podemos ver una figura de gran nariz y en alguna ocasión con bigote. En los títulos de las obras podemos ver que es una alusión al famoso personaje de comic Filemón, aunque, en mi opinión, puede referirse en el fondo a los culpables del estado del país y de la sociedad.

El autor ha recurrido a un tema palpitante en estos momentos que mueve a grandes masas de gente, algo cercano con lo que todos nos sentimos identificados y con materiales que podemos encontrarnos día a día en nuestra vida, aunque no prestemos atención.  En esta exposición podemos ver una verdadera muestra de rebeldía, de inconformismo con lo que nos rodea. Nos hace ponernos de pie y luchar por lo que creemos, no dejarlo derrumbarse. Hay que estar al pie del cañón porque, al fin y al cabo, es nuestro país, nuestro hogar, donde hemos nacido y queremos un mejor futuro para las personas que lo forman.  Con poco puede llegar a expresarse mucho. 

domingo, 17 de noviembre de 2013

¡O nos mudamos o este país lo reformamos!

“La casa desolada” L.M.E es el nombre de la nueva exposición de Florentino Díaz (Cáceres, 1954) expuesta en la Galería Astarté de Madrid. En estas obras escultóricas hechas de madera reciclada de puertas, acero inoxidable y caucho se esconde en realidad una gran crítica social de lo que España está viviendo en estos momentos.

Por las habitaciones de la galería, que también era una casa, pero ambientada para este tipo de actos, había esculturas de acero inoxidable y sillas “volando” por la pared. Y algunos de sus monos de trabajo que uso mientras creaba las obras, en uno estaban puestas las iniciales L.M.E las mismas que aparecen en el título de la exposición y en otro estaba el mapa de España hecho de cubiertos de metal.

Las esculturas fabricadas con trozos de madera que se asemejan a maquetas como las que hacíamos cuando éramos pequeños, son casas, con sus sillas, mesas y camas. Pero están desoladas, como si dentro de ellas ya no se pudiera vivir a gusto, o simplemente no se pudiera vivir. Hay que dar gracias de que tenemos aún un hogar donde vivir, donde poder descansar, reflexionar sobre nuestros problemas o disfrutar con la familia. Porque ahora muchos ya no lo tienen y es gracias a las altas hipotecas y problemas en los que estamos sumergidos los españoles. Tal vez es eso lo que quiere comunicar el artista con todo esto.  Pero dentro de algunas de estas casitas aparece un personaje, la cara de un hombre con gran nariz que nos recuerda a un viejo personaje del tebeo español, Filemón. Este mismo personaje es también el que aparece en numerosos cuadros colgados en la pared de la estancia. Estos cuadros están hechos con una técnica mixta de madera y fotografía y en ellos están destacados con grapas algunos elementos. Dentro de ellos encontramos lugares como salones de casas o despachos y en casi todos está presente Filemón hecho con grapas. Lo que nos lleva a pensar que pueden ser los lugares en los que los políticos tienen sus reuniones o en donde los jefes despiden a sus empleados.

Otras de las obras que podemos encontrar en las paredes de la galería son de nuevo estructuras hechas con trozos de madera pintados,  algunas con palabras y mensajes. Esta obra es sin duda la que más refleja la crítica de Florentino hacia la sociedad de hoy en día, hacia la España de paro, corrupción y precariedad en la que estamos viviendo. En ellas hay siluetas de hombres con maletín, que se asemejan a los peces gordos de la política y los negocios, los mismos que nos están haciendo caer en picado, los que no nos dan soluciones para salir de esta crisis que ya cansa a más de uno y obliga, como al artista de la exposición, a expresarnos y a decir lo que sentimos por este país, si es que se puede llamar así. Pero no estoy aquí para criticar a España, ya que podría seguir perfectamente, sino para acabar de explicar esta exposición. La cual me ha gustado mucho porque es una forma original y un tanto irónica de expresar lo que muchos sentimos y no somos capaces de expresar en el arte, que es lo que ha hecho Florentino Díaz, por eso muchos se sentirán muy identificados con ella.

Por Marta Palomares.



Un viaje al pasado


Nos encontramos ante “Señales de Humo”, una exposición de Jorge Barbi (La Guardia, Pontevedra 1950). El cual expone por tercera vez sus obras de arte en la calle Doctor Furquet de Madrid, esta vez en la recién estrenada Galería Bacelos.

A primera vista nos encontramos con impresiones digitales de objetos cotidianos, herramientas, artilugios que parecen haber sido olvidados durante mucho tiempo en un desván, o incluso palos y piedras. Me refiero, por ejemplo a “Señales de humo. Descartes” donde aparecen algunos de estos artilugios y objetos ordenados vertical y horizontalmente, que aparecen anteriormente en forma de boceto en “Humo”. Parecen ser los elementos que el artista iba a utilizar en sus posteriores obras, es decir, los pasos previos, los restos descartados, de lo que todavía no era la obra de arte. Lo podemos ver también en “Paso Previo”, tres fotografías con distintos elementos: hierros, cabacos y objetos varios, todo ello dispuesto en un fondo negro. Siguiendo con esta temática de objetos extraños, me llamó la atención “Señales de Humo. Gruta”. En esta obra la composición de objetos estaba escondida dentro de una cueva y al final de ella se veía la luz. Lo que esto me transmitió, es tal vez una evocación a nuestro origen, al origen de nuestros antepasados, de como con cualquier cosa podían trabajar  y fabricar objetos útiles, o pintar dentro de las cuevas y rocas.

Paseando por la pequeña estancia, podemos observar también tres conjuntos de 47 fotografías cada uno, que a simple vista parecen tener en común la misma temática. Pero a medida que los vas observando más cautelosamente, te das cuenta de que cada uno tiene un mensaje  propio. “Producto del azar” tiene elementos que tienen que ver más con lo que ha creado y crea la naturaleza: nubes en el cielo que parecen la suave marea del océano, un tomate que se asemeja a la cara de un hombre con una nariz muy grande, o excrementos de gaviota que dan forma a cuerpos de seres humanos. En cambio, en “Producto de la necesidad” aparecen manifestaciones creadas por el hombre, en su mayoría refugios y cabañas hechas con palos y piedras, caminos y montañas… Y en la última composición, “Producto del juego” parece haber una mezcla de fotografías entre la temática de las dos anteriores. En conjunto las tres obras transmiten, tal vez, esa vuelta a las costumbres y construcciones antiguas, y de cómo poco a poco hemos ido evolucionando, creando nuevas y mejores cosas.


El título de la exposición nos hace reflexionar sobre como el arte contemporáneo al igual que la vida y el humo, se disipa. Porque está en continuo cambio y antes de que nos demos cuenta o nos paremos a pensar sobre ello, se habrá desvanecido. Lo que hacemos y vivimos tarde o temprano se olvida, desaparece. Jorge Barbi, una vez más nos ha presentado una gran obra de arte dividida en dos partes: los pasos previos de lo que sería después esta obra de arte; y por otro lado un trabajo que ha comenzado y espera continuar, los conjuntos de fotografías que nos han mostrado como con el paso del tiempo, por el azar y sin prisa, se han ido formando objetos creados por fenómenos de la naturaleza fusionados con el mundo humano.

Por Marta Palomares.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Frutero, deme una caja de fresas que tengo ganas de hacer arte

Crítica de Edgar Cárdenas sobre Florentino Díaz La casa desolada, L.M.E

La crítica hecha escultura. Así es como nos muestra este artista cacereño, Florentino Díaz en la Galería Astarté, las múltiples esculturas realizadas con diversos materiales, casi todos ellos reciclados incluso el título de la exposición La casa desolada, L.M.E es un titulo de una obra de Charles Dickens. Critica a la actualidad y a esa palabra que aprenden los niños en el presente antes que decir mamá, "crisis".

Edificio o parte de él  para vivir. Esa es la definición de casa, una definición idílica para los tiempos que corren, vivir entre cuatro paredes se ha convertido en un lujo, vemos cómo aquellos que nos representan en el Congreso por votación popular, no tienen problema en demostrar aquello que tienen gracias a ti, mientras tú vives en una casa que dentro de poco será igual de grande que aquellas que realiza F.Díaz con cajas de frutas, en las cuales cualquiera puede entrar, incluso hombres con un maletín negro como los cobradores del frac. Porque está muy claro que estamos en una época en la que pedir es algo popular y el Estado no se queda atrás. Florentino no es el único artista que utiliza la morada para realizar una crítica social, al igual que artistas como Elba Damast, Manuel Sainz o Pello Irazu.

No sólo es la crisis del metro cuadrado la única que preocupa al artista, también la crisis de pérdida de la cultura, miles de escritorios tirados porque ya no van a ser utilizados, como ese escritorio de metal retorcido de Florentino, que ya ha perdido su utilidad de soportar nuestra enseñanza. Estamos tirando nuestra cultura y nuestro arte por esa imposición Occidental, una pérdida de las humanidades porque no tienen números ni operaciones aritméticas.
"Soy español y en el paro estoy" ¿Cúantos millones de personas podrían poner eso en su biografía?. Esa cola del paro más larga que el columpio de Heidi. F.Díaz critica cómo nos estamos quedando en el sofá en vez de levantarnos. Tenemos la necesidad de que aparezca en nuestras vidas algún héroe, pero no para salvarnos de nadie sino para alegrarnos la vida. Como ya hacian Mortadelo y Filemón en sus cómics de antes, con esas historias alocadas de los años 60 hasta hoy, que alegraron a la infancia de tantos niños y de otros tantos no tan jóvenes.Vivimos en una sociedad en la cual el tiempo se utiliza para todo menos para reírnos de él y ese poder lo consigue Florentino Díaz a través de sus obras.
El título de esta exposición va acompañado de las siglas L.M.E. En mi opinión hace referencia a London Metal Exchange, la gran bolsa de metales londinenses de hierro. Esto puede hacer referencia a ese gran imperio que fue Inglaterra durante la Revolución Industrial mientras al mismo tiempo, España era un mundo agrícola, casi una perspectiva de la actualidad cuando Inglaterra pelea por ser una potencia económica y España no llega ni a pagar un rescate completo.

Florentino Díaz es un artista que tiene una gran trayectoria, desde su primera exposición individual en 1988 hasta llegar en Ferias Internacionales de arte como Arco desde 1995-2001. El artista además de la crítica en sus obras sobre la sociedad, también habla del momento de la venta de las obras. Él en algunas entrevistas, ha hablado sobre el tema de vender, él se declara "mal vendedor" pero dice que hoy en día "Los artistas tenemos que ser vendedores" y muchas veces el arte se ha convertido en una más de las características de nuestro sistema capitalista; le damos ese valor al arte desconocido sólo para que los famosos snobs y los nuevos ricos tengan algo en su casa para aparentar el poder económico. Al final llegaremos a aquello que le hubiera gustado ver a Andy Warhol, fajos de billetes en las paredes.



Las ruinas de nuestro pasado y presente

El Paro un concepto que ha llegado por todos los medios disponibles, es una preocupación constante, como si el hombre hubiera olvidado la perpetua condena del pesar de la muerte, como si todo se hubiera reducido a escombros, escombros que encontramos en la exposición del artista Florentino Díaz con su obra La Casa Desolada, una exposición donde nos muestra justamente esto, el paro, la desolación, mediante trozos de madero recogidos de la calle intenta llegar al público con estas casas medio destruidas, que podemos llegar a intuir perfectamente como los cimientos del país en el que vivimos, España, un país que está quedando en ruinas, donde la gente se está quedando sin hogares y donde se están suicidándose porque no ven otra salida.
Algo destacable de toda la exposición de Florentino Díaz son sus Mortadelos, un personaje lustre de España, que cualquier niño de la generación del siglo XX ha podido disfrutar, pasando buenas tardes leyendo y riendo con las locas aventuras de Mortadelo y Filemón, es como si el artista quisiera trasmitir que hasta el mundo cómico estuviera también de luto, por la situación desastrosa en la que nos encontramos, como si también fueran victimas del asesinato que están haciendo con la sociedad española.
Más y más crisis toda obra de su exposición está presente esta idea innegable y constante, que afecta a todos los sectores, como el caso de la educación como vemos en una silla pequeñita, que cualquier persona que haya sido niño en el siglo XX reconocerá esa pequeña silla verde que se sentó cuando intentaba aprender cuanto eran 2 + 2 para ahora pensar que muchos niños no puedan disfrutar siendo un niño que va a su clase a aprender a sumar o a atarse los cordones, a no poder disfrutar como ya lo hicimos nosotros con Mortadelo y Filemón, porque en todos los sitios la crisis esta constante, los niños ya no son tan felices por culpa de la sociedad en la que estamos viviendo.
Es un hecho lo de la crisis, la pura crítica, pero mi crítica no va sobre la crisis, algo que ya está más que criticado y comentado sino más bien contra este artista, si la crisis es un acto presente en sus obras porque sus obras tienen esos precios desorbitados, ya sabemos lo caro que es el arte, pero si supuestamente este artista esta tan presente en el mundo de la crisis porque observamos el catálogo de precios y encontramos una obra tan cara, es como si realmente, puede que sea una estrategia para el sector rico que compra obras de arte, para que este sector sea consciente también de la crisis, que probablemente para ellos ni existan, porque como bien se dice mientras que no me toque a mí me da igual. Pero aun así no me termina de convencer, no veo la necesidad de vender una pieza hecha con unos maderos encontrados en la calle a un precio desorbitado, pero yo no mando en el sector financiero del arte, soy como todos mis compañeros, como todos los que solo van a observar la galería de Florentino Días un simple amante del arte que quiere descubrir nuevas exposiciones, de cómo el arte nos conecta con sentimientos pasados, presentes y futuros, no estamos para criticar precios sino criticamos lo que el pintor pueda llegar a contarnos a través de sus exposiciones.

Florentino Díaz un pintor que está comprometido con la crisis pero solo artísticamente a mi parecer, que quiere criticar este sistema mediante el arte, pero no mediante el precio de las obras de arte y su precio desorbitado.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

"Impresiones." Critica de la exposción "Seda de Caballo de Manuel Vilariño. Elena Sanz Sánchez


 
IMPRESIONES.
 
Desolación, miedo, frío, muerte, acabados imperfectamente perfectos… Sutileza contenida y desmoronada al mismo tiempo… Pero también belleza y calma, buena soledad y extrañezas positivas. Sensaciones frías y calientes arrejuntadas, con un orden desordenado. Ganas de salir corriendo y de quedarte… Todo esto es lo que el artista Manuel Vilariño consiguió transmitirme en su “Seda de caballo.”, expuesta en la antigua Tabacalera de Madrid.
Un espacio tan abrumadoramente mal conservado que engancha. Oscuridad y desconchones te adentran en un mundo bestial y único, tenebrosamente bello que te invita a pasear por sus pasillos y recorrer sus diáfanas salas con desconfianza pero también con un sabor dulce y expectante en los labios.
Gran elección.

                Las paredes de Vilariño, plagadas de fotografías con una excelente calidad artística, dejan entrever el perfume de la dama de negro que al artista le ha tocado aguantar (sin taparse la nariz) recientemente. Su Julieta muerta es tu acompañante en todas las salas de la exposición. De ahí viene posiblemente la inspiración, de ese olor a la muerte de una amada.


                La primera impresión que nos llevamos de Vilariño es la montaña de cúrcuma, que transporta al artista a su juventud, en la India. Para él tiene tintes olorosos contrapuestos a la muerte. Impregnante.
En contrapunto, la Tabla BWA… Inquietante. Multimedia. Un juego con la muerte, en damero… ¿Quién puede realmente jugar con la muerte? ¿Alguien es capaz de ganarla?

                Y ya de lleno en la exposición, tras el juego mortal de la pantalla… Me di de bruces con un panel plagado de diferentes animales que me miran fijamente, pájaros oceánicos con intenciones e inteligencia casi humanas… ¿Reflexiones sobre las antiguas bestias medievales, quizás? El término “Gorgona” se me viene a la cabeza… El desnudo que te provocan es algo sobrehumano, enfermizo, aterrador, electrizante, adictivo… ¿Qué pretende con esto el artista? “Petrificación” diría yo.

Avanzas. Pasas de lo animalístico a lo humano… Ó mejor dicho, a lo post-humano. Cráneos, músculos, huesos numerados… Y animales muertos. Transgrediendo así la naturaleza muerta, sosa, sin vida… Noche y piedra.


                Y otro panel más, si cabe más impresionante que el anterior. Artefactos industriales y animales mutilados… Dos conceptos sin relación aparente. Pero, ¿por qué no juntarlos? Es un encuentro fortuito que, es este caso, ha resultado. Queda bien. Y ya está.
Los objetos usados expresan su contemporaneidad simplemente. No hay que pensar, y eso a veces está bien.

                De pronto y sin querer te encuentras con “Abada”. Distorsionado. Oscuro. Nebuloso. Mitológico. Bello. Estos son los restos de este rinoceronte.

                Más paneles…  imágenes de animales fallecidos, paradisiacos, donde se ha evitado la putrefacción con un simple “click” (¿Sabrían esto los de Kodak en sus inicios?) Éstos, rodeados de coloridas especias (“comida igual a vida”), presentan una tentadora contradicción, como estar entre la luz y las tinieblas al mismo tiempo. Múltiples colores, nuez moscada, nuevamente cúrcuma… Todo engendrando la metamorfosis de la materia.

Y cruces de pimentón con animales muertos, y sellos, y fragmentos óseos con cableado… No tengo palabras.

              ¡Por fin! Seda de caballo… Salvaje, bosques, cedro…Una bola gigante de madera y pelo de ese desbocado animal. Aporta olores, significados latentes de lo que retrata la retrospectiva del artista.

                Bodegones contemporáneos nos evocan a bodegones barrocos, clásicos españoles. Velas. Velas como posible signo de la existencia humana, que se consume lentamente… Muerte.

                Montañas negras, nubes blancas. Auroras antes del amanecer… María Zambrano debería de estar bien orgullosa. Resultan unas fotografías tremendamente bellas, a mi juicio. Simulan ese despertar que todos anhelamos…
Y playas, acantilados negros. Quietas, ruidosamente silenciosas, poéticas… Serenidad, quietud. El final de lo humano como animal y el principio de lo sobrehumano. Sobrecogedor.


 

               

 “En la campana de la noche hay un búho dormido,

                 una llama
                                   ceniza
                                                    nada.”

Soledad, nocturnidad, desolación, muerte… Esto es lo que te llega si estás atento.




Elena Sanz Sánchez.

martes, 12 de noviembre de 2013

IMÁGENES CREANDO IMÁGENES.

Crítica sobre la exposición "señales de humo" de Jorge Barbi por Pamela Piedrahita.

La exposición "señales de humo" del artista gallego, Jorge Barbi, se presenta en la Galería Bacelos que como nos explica él mismo, es la tercera vez en exponer en este lugar después de unos cuantos años y con algunas obras recopiladas de esos años anteriores en esas exposiciones.
El mismo artista explica que volver a utilizar las obras de hace unos años no seria para seguir una continuación sino para exponerlo restos descartados. En mi opinión hacer algo así es como releer un diario escrito en nuestra adolescencia, podemos recordar todos las experiencias de esa época, las miles de ideas que nos rondaban en nuestra cabeza y los mismos ojos que nos servían para ver el mundo con perspectivas distintas.

Esta exposición esta compuesta por una serie de mosaicos formados por fotografías llamados "producto de la necesidad", "producto del azar" y "producto del juego", estos mosaicos nos muestran imágenes que no nos revelan un significado directo, imágenes que tienen poca relación unas con otras e imágenes de objetos o paisajes un tanto extraños, que crean intriga y que juegan con mostrar otra imagen sin querer a partir de esa imagen. Al ver esta serie no sentí mucho y no fui capaz de añadirle algún adjetivo tanto bueno como malo, sólo vi fotografías tomadas por un ojo y mente individual que vio algo en ellas, lo único que me pareció muy curioso es el hecho de que a lo largo de nuestra rutina podemos encontrarnos con muchísimos objetos o ver cosas que crean otra imagen sin querer, por casualidad y que pasamos desapercibidos de estos hechos.

Justo al lado de la puerta había una serie llamada "Humo" con un fondo negro y unas figuras pequeñas puestas en todo el fondo sin sentido, pero ordenadas… en una de las imágenes habían dos llamaradas de humo que eran tan reales, tan espesas, tan grises, que daban ganas de cogerlas o estar dentro de ellas para experimentar una nueva sensación. Al lateral izquierdo había otra imagen con otras figurillas del mismo estilo de la anterior llamada "Gruta", pero en vez de humo había una cueva  a un lado que asimilé con los ojos del ser humano mientras que las figurillas me recordaban todos los pensamiento e ideas que guardamos en nuestro interior. Desde mi punto de vista, el artista con estas series quería recordarnos el hecho de que este planeta esta formado por millones de personas que en su mente tienen figurillas totalmente distintas y únicas.


De toda la exposición la fotografía que mas me gustó fue la que se encuentra al lado del mosaico "producto al azar", tan solo al momento de girar la cabeza y mirar esa fotografía, pensé en una cárcel, tal vez porque relacioné esas lineas grises con barrotes o con el típico uniforme de los presos que vemos en las películas, pero sin duda pensé en una persona detrás de esa fotografía no con cara de tristeza sino con cara de cansancio, cara de hastío o simplemente con una cara inexpresiva porque por mas que muchas personas argumenten que en la cárcel se vive bien o por muy grande que sea el pecado del prisionero, no dejo de pensar que no hay nada mas bajo que quitarle la libertad a un ser humano, libertad para cosas tan básicas como decidir no levantarse o decidir no acostarse. 

lunes, 11 de noviembre de 2013

Ladrones con corbata.

No hace mucho visité la galería de arte contemporáneo “Astarté” a fin de visitar la nueva exposición de Florentino Díaz. Un artista que a pesar de llevar un tiempo en silencio tiene una larga trayectoria, y que vuelve a hacer gala de su humor y su ácida ironía a través de los cuales critica los males de la sociedad actual.
El nombre de esta exposición es  “La casa desolada”. A través de ella podemos ver el descontento que sufre el artista hacia el Estado y la sociedad española en general aunque todo ello bajo la comicidad que le caracteriza. El tema central es de denuncia social, como ya hemos mencionado, tema con el que a raíz de esta infatigable crisis por la que pasa el país hace que te sientas identificado, ya que se ha convertido en uno de los principales problemas de la sociedad española. La muestra de estos pensamientos la refleja en todas las esculturas de madera de la exposición, en las pinturas e incluso en los propios títulos de las obras podemos apreciar la disconformidad del autor. En la exposición entre otras cosas vi pequeñas casitas, quizá de ahí venga la idea de exponer en un galería que pareciese una especie da casa privada a la cual tienes incluso que llamar al timbre para entrar, esto puede ser una metáfora que ha utilizado el propio artista al elegir ese lugar para su obra. Están hechas de madera pero de trozos sacados de caja de fruta una idea que me gusta, ya que es material reciclado lo cual es algo muy bueno y también me hace plantearme una cosa hasta qué punto estaríamos dispuestos a llevar el arte, es decir, ¿podríamos considerar arte cualquier cosa que encontrásemos en la calle sin más? ¿O simplemente estemos ante una nueva forma de entender el arte bajo el mundo del reciclado? Además de plantearme estas cuestiones también la débil estructura de estas construcciones me hacen ver que no llevan consigo una gran carga de crítica. Dejando las reflexiones aparte a cerca de sus obras en madera, observamos otras casas que nos resultan divertidas debido a la disparidad de los elementos que la forman y al surrealismo que las caracteriza, el autor consigue sacarnos una pequeña sonrisa a pesar de estar observando la amarga crítica social de la que se vale el artista en la exposición. Esta serie de casas son denominadas “casa moralizantes”, por todo el contenido significativo que acogen.
Aunque no hace referencia explícita de los temas que está denunciando, el espectador consigue sacar en todo momento rasgos y similitudes con la actualidad, de forma que se siente involucrado en cierto modo, por ejemplo la silueta de un hombre trajeado con un maletín, idea que en nuestra mente nos remite rápidamente a la idea de la clase dirigente como auténticos ladrones con corbata.
Hace continuas alusiones a la situación social de España, una España cada vez más rota, esta idea la vemos representada en la maqueta que hace de un mapa del país en otra de las salas, en la que vemos un país fragmentado, un país que ha perdido su unidad debido a las desavenencias económicas. En esta parte de la exposición el artista nos deja tres iniciales misteriosas LME,  de las cuales no he sido capaz de sacar su significado aun, es algo que solo él sabe.

En esta muestra del artista podemos ver su creatividad al ver una serie de fotografías con grapas por ejemplo, una idea que consideraría original. Por lo que podríamos concluir diciendo que Florentino Díaz nos muestra una realidad cercana y cada vez más desoladora, de forma humorística consiguiendo romper en parte con la seriedad del tema al que somete sus obras.

domingo, 10 de noviembre de 2013

El interrogante del humo

Paisajes y objetos que quizás para nosotros no tenga ningún significado nos muestra Barbi en su exposición, objetos simples algunos sin utilidad, amontonados  unos con otros los cuales parecen no tener algún sentido por lo menos para el espectador.
Barbi parece fotografiar  la naturaleza que le gusta ver, la plasma en la trilogía de Producto del azar, Producto de la necesidad y Producto de juego en las que agrupa 47 fotografías y en cada una de ellas contiene diversos paisajes u objetos los cuales les da algún tipo de significado. Gracias a sus títulos puedo tener una idea de más o menos lo que quiere transmitir acercándonos más a su pensamiento. Producto de azar agrupa imágenes desde una pared de ladrillos hasta el cielo formando una especie de cruz dibujada por aviones, así como paisajes solo rocosos y un tanto tristes transmitiendo la soledad de esos lugares y el azar (como bien dice el titulo) de las imágenes que el artista agrupa. Yo creo que Producto de la necesidad está más claro lo que quiere transmitir el autor, podemos ver que algunas de las imágenes son casas de distintos tipos, materiales y tamaños, asociadas a la necesidad que los seres humanos tenemos de tener un hogar donde vivir, vemos  torres que parecen ser de vigilancia y también, como la obra anterior, paisajes rocosos “sin vida” mostrando una obra que por lo menos para mí creo que representa la “necesidad” de vivir bien, segura y con un hogar, sin entender muy bien que significan los paisajes que también encuentro en la obra anterior. La última de esta serie presenta menos paisajes rocosos pero encontramos fotografía de playas en las que vemos un objeto armado que al parecer tiene algún tipo de entretenimiento, es “un juego” y paredes pintadas, así como objetos bien agrupados que para el autor tendrá que tener algún significado relacionado con la diversión. Estas obras tienen en común esos paisajes rocosos los cuales me llaman la atención, deben de tener algún significado el cual no logro identificar.
Sus obras me producen un gran misterio, ¿que trata de reflejar en ellas? ¿Qué quiere decir con esas fotografías? Sin duda es una exposición muy peculiar tanto la manera de representarlas como esa idea de usar objetos algunos útiles y otros no.
Con su serie de obras en las que tenemos  a Paso previo. Hierro,  Paso previo. Cabacos  y  Paso previo. Objetos parece que intenta mostrar una figura formada por el montón de objetos, hierros, la mayoría oxidados, inútiles, pedazos de una especie de materia blanca y pedazos de madera, metal conjugando varios colores con esa mezcla de objetos.
Muchos más objetos encontramos en la serie de cuadros Señales de humo. Descartes y Señales de humo. Gruta, en la primera los objetos se encuentran bien organizados y ordenados algunos que utilizamos diariamente otros simplemente son piezas inútiles mientras que en el segundo cuadro existen más objetos pero vemos que se encuentran dentro de una cueva incapaces de salir a la luz.
Fue una exposición que sin duda me dejo con interrogantes en el sentido de que no entendí más o menos que quería explicar el artista fotografiando dichos elementos. Obras de las cuales a mi no me dicen nada y no me producen una buena sensación, creo entender que intenta contrastar la naturaleza con los inventos creados por el ser humano, todo esto en una sala muy pequeña en comparación con otras, en la cual si te gusta te puedes tardar media hora en ver la exposición y si no puedes recorrerla en menos de cinco minutos.
Por Fabiola Albornoz.

NUNCA ES TARDE PARA ENTENDER LAS OPCIONES DEL ARTE


M. Luz Souto – Seda de Caballo │ Manuel Vilariño

 

Cuando el pasado sábado abandonaba el Espacio Promoción del Arte en Tabacalera, la Antigua Fábrica de Tabacos en Madrid, me vino a la memoria una frase del recientemente fallecido Arthur C. Danto, gran filósofo y crítico del arte y uno de los más influyentes en el posmodernismo, que afirmaba: “la belleza, para el arte, es una opción, no una condición necesaria”. La decadencia del edificio y su mal estado de conservación junto con la suciedad que en estos días se acumula en las calles madrileñas se sumaron también para reflexionar acerca de esta frase de C. Danto para encontrar un significado a de la exposición Seda de Caballo de Manuel Vilariño (A Coruña, 1952) fotógrafo, poeta, pintor, inventor de realidades, Premio Nacional de Fotografía 2007.

Sorprendida desde el comienzo del recorrido no sólo por la oscuridad de la primera sala solo iluminada por una gran pantalla donde aparecen y desaparecen imágenes que luego me volvería a encontrar, sino más bien por el sonido que se escucha y que hasta no leer el cartel que lo explica no supe que se trataba del sonido de las ballenas; sin dejar de mencionar la montaña de “cúrcuma” palabra que tuve que buscar después en el diccionario para saber su significado; me adentré por las diferentes naves de la antigua fábrica para poder realizar esta crítica, encontrándome fotografías en blanco y negro de cabezas de pájaros cuya mirada parecían que observaban a los visitantes para saber cuál es la reacción de éstos al contemplarlos y si entendemos lo que su autor nos quiere transmitir. Más adelante aparecen fotografías que me transmiten una rara sensación, quizá son los pensamientos de Vilariño ya que en ellas aparecen unidos a la mente humana seres del mundo animal y vegetal muertos, testigos de la naturaleza muerta que tanto caracteriza a este autor.

También me encontré con borrosas fotografías de un rinoceronte y un búho expuestas en solitario sin llegar a entender que sensación me producían aparte de la impresión de que estaban desenfocadas a propósito para incitar algo pero no llegué a saber el qué.

Continuando por las diferentes salas destartaladas por el paso del tiempo, me volví a sorprender por el contraste cromático de un panel de fotografías pero que me provocaban un desagradable rechazo al ver animales muertos, como si hubieran sido sacrificados sin entender el mensaje que conlleva esta composición. No se pero quizá el símbolo de la cruz o el escapulario que aparece junto a un cocodrilo, de las velas, nos indican la relación de este mundo terrenal con el mundo del más allá, una estética que es frecuente en la obra expuesta de este creador pero que me cuesta trabajo entender.

Llego hasta la obra que da nombre a la exposición, Seda de Caballo, un inmenso ovillo hecho a base de crin de caballo de diversas tonalidades, proyectándose sobre la pared poemas que encierran el mensaje que su autor nos quiere transmitir, pero lamentablemente no encuentro ninguna relación con esta gran esfera forrada de pelo, como si fueran extensiones.

Fotografías de montañas negras con nubes blancas, paisajes marítimos rocosos, acantilados, naturaleza pura como referencia a su tierra de origen; también naturaleza viva en directo a través del video donde aparece el autor como parte de ella, mar, rio, montes, vegetación, como si fuera una deidad céltica gallega, significando su contacto con la naturaleza, plantado un árbol como símbolo de vida, provocando un contraste en el visitante debido a que lo que ha visto hasta ahora es naturaleza muerta, quizá sea, como apunta el comisario de esta exposición Fernando Castro Flórez “ … habla de una nostalgia de la belleza que le obliga a mantenerse en vecindad con la muerte …..”

Buscar conexiones, relaciones, simbolismos, mensajes de este autor a la hora de escribir sobre esta exposición era algo inalcanzable para mí, pero he llegado a entenderle un poco mejor cuando escuché las explicaciones que Vilariño hace sobre ella y he aprendido que nunca es tarde para entender otra opción de Arte Contemporáneo.

viernes, 8 de noviembre de 2013

'Se está mejor en casa que en ningún sitio'

Aïda Becerra Alonso

Después de callejear un poco y te encuentras en medio de la calle un piso bajo con un letrero en el que pone ‘Galería Astarté’, tu vas y llamas al portero como si fueses a la casa de alguien y para la sorpresa de casi todo el mundo que habrá entrado, dentro de una casa se encontró unas cuantas más, pero de un tamaño un poco más pequeño de lo normal y de lo esperado, y sólo eso ya fue motivo de que tu curiosidad aumente por buscarle el motivo o la coherencia a dichas casas.

En la primera sala también había un montón de mini maquetas de lo que parecían ser casas, con mesas y sillas un poco grandes para la habitación que parecen tener a su alrededor, la idea era curiosa pero no le encontré razón de ser a que los muebles fueran casi más grandes que la sala construida en sí, porque una mesa y una silla podía llenar felizmente todo el espacio sugerido que había. En una de las paredes de la misma sala había tres camisas abrochadas y tres pantalones, unidos, creando tres conjuntos entre sí, superpuesto a cada conjunto en uno no había nada, en otro había tres letras ‘LME’ hechas con barras o trozos de metal y el último de ellos aparecía lo que a mí me parecía que era el mapa de la península ibérica, pero sólo la península, hecho también con trozos de metal, no lo relacioné con nada, no me sugerían nada, no les encontré sentido a aquellos trajes con los trozos de metal encima. Y por último me quedé un pensando un poco en que me había equivocado de sala o de galería o de calle, porque no me creía que hubiera esos ‘santuarios’ como Florentino los llama en su exposición, yo ahí solo se veían un montón de ‘marcos de puertas’ de diferentes tamaños unidos los unos a otros hechos de metal en medio de una habitación relativamente amplia, no conseguí encontrar más significado que ese.

Cuando salías al pasillo para ir a la siguiente sala te acompañaban en el recorrido unos cuadros colgados con alfileres a la pared que estaban llenos de grapas, eran todos imágenes de salones o habitaciones con sofás y sillas y todas tenían un montón de grapas, o en el suelo o en el techo o en el sofá o donde pillase el artista, me pareció muy original la idea de las grapas, en vez de pitar o rellenar con cualquier otra cosa se le ocurrió poner grapas, lo curioso es que en todas ellas aparecía la silueta de un personaje con diferentes expresiones faciales en cada uno, a mi sinceramente me dio un poco de miedo ir por aquel pasillo.

Cuando entré en la sala a la que me dirigía me encontré con más composiciones parecidas a las casas de antes con madera reciclada pero esta vez a parte de salones volví a ver la cara del personaje de antes y algunas letras y palabras que compartía sofá con el resto de sus composiciones, intenté buscar frases pero aquello era bastante complicado porque no había encales, eran sólo conceptos.


Debe ser por la ignorancia que tengo hacia el mundo y por lo poco que me molesto en que eso cambie un poco, pero yo en ésta exposición solo he visto construcciones con trozos de madera que pueden sugerir casas o personajes de cómic que intuyo que está hecho así para hacer algún tipo de crítica o algo, pero yo como ignorante no he visto más que astillas conglomeradas formando esculturas abstractas.

La combustión de la memoria

Jorge Barbi un artista que busca evocar sentimientos al espectador a través de las fotografías de diferentes maneras, mediante un puzle de cosas que te hará recordar de cosas aleatorias de tu vida, o mediante paisajes y estructuras, estructuras para algunos raro, y más si tu origen es el contrario al de nuestro artista, del sur.

Señales de humo, como esa niebla que va ocultando todo lo que toca, haciéndonos olvidar por momentos de cosas, como si el humo se llevará los recuerdos, así comienza la exposición del pintor Jorge Barbi con una obra llamada Humo, una obra con muchas figuras geométricas envueltas en este humo, el humo olvidadizo, la combustión de los objetos como la combustión de la memoria.  Esta combustión que acaba con las casas, dejando trozos de madero, trozos de hierro que no se consumen con el fuego, todas estas piezas sueltas las encontramos mezcladas en unas fotografías, con objetos no solo metálicos y de madera, sino con otros, obra del fuego destructor y del humo olvidadizo.

La cueva, una cueva abierta al aire libre, es curioso como Jorge Barbi quiere enseñarnos unos objetos dentro de una cueva y mostrándonos una salida al exterior, parece que quiera decirnos que dejemos atrás objetos, los recuerdos y salgamos al exterior, a la realidad, un concepto complejo y que será interpretado de distintas maneras por diferentes observadores, al fin y al cabo el significado se lo da cada persona, cada persona que mezcla recuerdos y experiencias al observar una obra, de alguna manera quiero pensar que todos los artistas intentan llegar a tu interior, evocarte sentimientos que te hagan disfrutar de la exposición.

Llegamos a los productos, los productos del azar, de la necesidad y del juego, un concepto ya muy claro, unas fotografías donde todas cumplen su papel, productos del azar vuelve a aparecer otra vez este fuego y su humo, el de como por el azar crea figuras al encontrarse el fuego con la madera y un objeto por medio, o como un excremento de un pájaro puede hacer un dibujo, al fin y al cabo son productos del azar como bien se llama la obra, como con cualquier cosa se puede formar algo artístico, sin irnos más lejos la propia naturaleza hace esto siempre dejándonos extraños y artísticas obras de arte, una generación del mundo algo extraña y enigmática.  La necesidad, nos muestra como el hombre ha necesitado y necesita a lo largo del tiempo algunas cosas necesarias para vivir y sobrevivir a lo que a veces puede ser un sin vivir, vemos diferentes fotos que muestran por ejemplo un muro de piedra hecha para el hombre para conducir al lobo a un lugar para poder matarlo o para poder proteger a sus animales de estos lobos, necesidad del hombre de tener una casa…


Por ultimo productor del juego, este juego que podríamos combinarlo con las otras dos obras, pues el juego es a su vez un producto del azar en ocasiones y un producto de necesidad, la necesidad de mantener nuestra mente alejada de pensamientos, necesidad de hacer ameno momentos de aburrimiento, no solo vemos juegos en sí, también vemos por ejemplo una pared con escritos en ellas, con frases que deja la gente, algo que parece que hacen para dejar grabado un recuerdo perpetuo, un recuerdo que puede que el humo también se lleve y no deje más que los restos de lo que un día fue un producto de la necesidad, del azar o del juego, pero nada es eterno y como con el fuego y el humo todo se consumirá y se esfumará.

DECORACIÓN PARA UN CASTILLO DE ARENA.


Recientemente fui a ver la exposición de José Ramón Amondarain, tras un largo paseo por Madrid, por zonas que aun llevando toda la vida viviendo en esta ciudad no conocía, encontré la galería Max Estrella donde se hallaba la muestra “Amar Gana”. El nombre de la galería al verlo simplemente me gustó ya que me recordaba al protagonista de una de mis obras literarias favoritas de Valle- Inclán, “Luces de bohemia”, esto ya me predispuso a tener una buena actitud hacia la exposición. Este sentimiento no cambió cuando entré en la galería, ya que a pesar de no comprender habitualmente el arte contemporáneo, caí rendida a los pies de Amondarain al ver tal exhibición de conchas, lo que me recordaba a mis veranos de niña en la playa, parecía sentir una brisa marina cargada de recuerdos. A medida que me adentraba en la exposición recordaba como de niña recogía todas las conchas que me encontraba y las guardaba, aunque nunca con un fin simplemente eran bonitas, comencé a preguntarme si podría haber sido una artista con mis conchas como el autor con las suyas.
Es posible que con la idea de recoger esas conchas con distintos nombres de personajes célebres como Picasso o Duchamp entre otros, como si fuesen retratos, es simplemente un juego para el autor, que pretender romper con la seriedad de los retratos, haciendo ver que cada retrato tiene el simbolismo que tú le quieras dar pero siempre es lo mismo en el fondo, en su obra son diversos tipos de caracolas o conchas pero al final son lo mismo, moluscos, otra característica es que esos moluscos que el fotografía son inertes, es decir que los moluscos son perecederos, bajo mi punto de vista está jugando con una cuestión, la idea de que todos morimos y que tú puedes ser retratado y al morir el retrato seguirá dándote vida. Es posible que me deje llevar por mis propias reflexiones pero también creo que al elegir elementos marinos, con nombres de personas, deja entre ver la idea de que la vida son ríos que van a dar a la mar que es la muerte. Aunque también puede ser una provocación a que el espectador interactúe con la obra al recordar, al igual que yo lo hice, esos recuerdos de vacaciones en el mar.
Al principio al ver esos nombres tan significativos bajo las conchas intentas darle algún sentido o relacionarlos, pero poco a poco te das cuenta de que es un juego no tienen relación los nombres y las conchas, simplemente tiene el sentido que tú le quieras dar, como cuando haces un castillo de arena decorado con conchas, a cada conchas le das una función una puede ser una ventana de un torreón o simplemente una decoración más, lo que también puede llevarte a pensar, debido a la personificación de las diversas caracolas, ¿somos simple decoración en el gran castillo de arena que es el mundo?

Esta divertida y desenfadada exposición no dejó de sorprenderme, ya que tardé un rato en darme cuenta del anagrama que formaba el propio nombre de la exposición, pero al darme cuenta pensé que Amondarain debía ser divertido e ingenioso. Acto seguido entre en otra sala en la que el artista jugaba con nombres de algunos personajes para crear una frase totalmente aislada del personaje, el ejemplo es amar gana y su significación, anagrama, al igual que los nombres de muchos otros artistas como Andy Warhol y su anagrama equivalente: hold any war. Al fin y al cabo creo pienso que no es más que una llamada de atención a la vez que una apelación a nuestro intelecto. Esta muestra del artista nos hace ver que es alguien divertido, ingenioso y capaz de romper con la realidad y la sobriedad de forma sutil y elegante.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

La desorganización del orden

Aïda Becerra Alonso

¿Me pregunto qué pasaría si mi habitación estuviese colocada igual que los objetos que Jorge Barbi fotografía? En el fondo se que nunca lo sabré porque mi manera de colocar las cosas de mi cuarto es un tanto peculiar, al igual que la disposición de todos los objetos y las fotos de la exposición. Apareces en una sala con las paredes completamente blancas y puedes ver a la izquierda un montón de fotografía de diferentes tamaños metidas en unos rectángulos perfectos y a la derecha imágenes más grandes con un montón de objetos dentro ‘mal colocados’. Hay personas que pueden encontrar cierto orden en algo que a simple vista está completamente desordenado, parece que suena a chiste pero es verdad.
Empezando por lo primero que ves a la derecha hay dos composiciones, la primera formada por tres cuadros de forma cuadrada con el fondo negro y un montón enorme de objetos en el medio, cada cuadro con objetos todos del mismo tono, la verdad es que me pareció precioso pero no sería capaz de enumerar los factores, era simplemente abstracto, me pareció fascinante que alguien pudiera ver belleza o considerar bonito un montón de objetos parecidos amontonados sobre un fondo negro de la misma manera como lo había hecho yo tantas veces antes y todo el mundo me había considerado ‘loca’. Me pasaba la vida haciendo fotos muy parecidas a las que vi aquel día y cuando me las encontré fue como si alguien me entendiera por primera vez. La segunda composición constaba de dos fotografías, más grandes que las tres anteriores y eran rectangulares, había también un montón de objetos pero esta vez no estaban amontonados azarosamente como aparentaban estarlo en las de antes, estaban colocados para que se pudieran distinguir los unos de los otros, no conseguí saber lo que quería que viera porque por más que miré apenas v relación entre unos objetos y otros, pero por lo visto para Barbi sí que tiene sentido.
En las tres composiciones restantes, aunque tienen distinto título y  las intenciones de las fotografías fueron diferentes en cada una de las tres, me parecieron muy parecidas, tanto, que hasta cuando las vi por segunda vez ya no sabía que fotografía había en cada composición, era demasiado abstracto para mi mente, había alguna que me resulto muy curiosa o incluso me gustó, pero eran muchas como para fijarse en todas y después recordarlas. Hasta que caí en la cuenta de que estaban todas juntas y en forma de rectángulo para simular que el conjunto de todas ellas era el que formaba una sola fotografía y que había que mirarlas todas como un conjunto y no intentando entenderlas cada una por separado y aunque me costó lo mío mirarlas de ese modo en el fondo era cómo todo el batiburrillo de fotos tenía algo más de sentido, la verdad es que me resultó hasta divertido el juego que hizo con ellas y que hubiese que dar un paso a tras para entenderlo.

No importa que fuese una exposición chiquitita, en comparación con las otras, porque cuando logras entender lo que el artista quiere que entiendas es casi más grande que ninguna, es la satisfacción de haber llegado a mirar donde él ha querido que mirases y haber visto las cosas desde donde él antes las había mirado. Se ha molestado en darle la vuelta a un trozo de mundo y después de verlo él nos lo ha traído a nosotros para que también podamos verlo, es una pena que haya gente que eso no sepa verlo.

martes, 5 de noviembre de 2013

¿El azar de pisar una cagada de gaviota, da suerte?

Critica de Edgar Cárdenas sobre Jorge Barbi Señales de Humo

No es el arte de un número de  fotografías ,en este caso, es el arte de la vida. Jorge Barbi (1950) un autor de origen gallego de un pueblo llamado LA Guardia (en gallego A Guarda) en la frontera entre España y Portugal. Muy querido en su pueblo por dar a conocer a través de esas magnificas instantáneas, las playas como O Muiño y secretos de la desembocadura del Miño en muchas exposiciones del artista.

En este caso la Galería Bacelos con ese olor inconfundible a muebles nuevos de Ikea por motivo de su inauguración en la calle Doctor Fourquet; el artista gallego muestra su trayectoria a través de diferentes fotografías que Barbi ha ido modelando a lo largo de su carrera, desde sus inicios a finales de los años 80 y 90 hasta los días de hoy.
Nos adentramos en su obra Señales de Humo, de una forma poética, no importa tanto la forma de sus objetos sino su significado y humo es lo que encontramos un sus instantáneas, no humo provocado por fuego sino ese humo que nublan nuestros sueños en un lado oscuro en la cueva de nuestra cabeza, con un orden desordenado, en blanco y negro o en color pero ideas que muchas veces se quedan allí en la lejanía que Barbi ha sabido sacarlas de su cabeza para realizar obras como Humo o Señales de humo-Gruta

No solo hay ideas o sueños también el autor gallego señala en su tríptico (Paso previo,Hierros-Cabacos-Objetos) los diferentes materiales de uso diario, instrumentos de trabajo o palos de madera que provienen de la rivera, que dejan a un lado la tierra y las manos humanos para ser protagonistas de fotografías. Barbi muestras todos estos objetos que a lo largo de la vida, él al igual que otros, ha ido utilizando y que forman parte de su vida, de su trayectoria y de su carrera artística.

Desde las primeras pinturas y fotografías el fin era siempre el mismo, quedarse una imagen que nunca olvidáramos y eso mismo hace Barbi con un conjunto de 141 instantáneas dividido en 3 composiciones de 47 imágenes, una unión de azar, de la necesidad y del juego.
Un azar conseguido por la misma casualidad del hombre, por tener en ese momento la cámara y captar la belleza de la fotografía como si se hubiera preparado en un estudio hace ya tiempo, señalo una de las 47 imágenes de azar, en ella se ve la sombre de una persona dibujada en un piedra y al acercarse observas que es una cagada de gaviota, la curiosidad de una simple cagada, una de las tantas fotografías que el autor presentó en su trabajo de costa llamando ARGENTEA entre el verano de 1996 y 2001. En el caso de la composición Producto de la necesidad vemos cómo el artista gallego nos enseña cómo todos tenemos una necesidad de expresarnos, no necesariamente con arte, pero si que Barbi recoge con imágenes esas necesidad como un arte en si mismo.

El arte no esta solo en los libros, no esta escrito como debe de ser una obra para que entre en la sala de cualquier museo o galería; a lo largo de los año Jorge Barbi deja claro que el arte, simplemente, es una poesía plástica, una simbología, una sensación que provoca un recuerdo como aquella canción que siempre tarareamos cuando estamos felices o esa película que acompañamos con una buena bola de helado cuando estamos tristes. Muchas veces es casi imposible de descifrar esas sensaciones y recuerdos pero Barbi nos abre los ojos para ver que el arte esta fuera, en la misma calle, solo necesitamos quitar nuestra propia cortina de humo.






Piedra, papel y tijera

Purificación Puerta López


¿Y ahora qué pongo? Sinceramente no sé qué escribir sobre la exposición de Jorge Barbi. Era todo tan raro y diferente que no tengo palabras para describir lo allí visto.
Entramos a una galería pequeña de unos escasos 50 metros cuadrados, al contrario de las otras que eran inmensas y con mucha amplitud esta es la galería Barcelos, que ha sido estrenada recientemente.
El primer mural que nos encontrábamos nada más entrar a la galería, son planos, sueños formados en su pensamiento, sueños que algún día el artista creó en su mente y no los pudo hacer realidad. Pero… ¿Por qué nos enseña estos sueños? De pequeña me contaron que si yo tenía un sueño que quisiera que se cumpliese no se lo debía de contar a nadie, ¿Será por eso por lo que Barbi nos cuenta lo que se planifica en su mente?  Quizás él no quería que esto sucediera en su vida.
Separar de tu vida los objetos dependiendo del material que estén hechos es algo complicado. Sí nos cuesta trabajo separar el plástico, el cartón y el vidrio para no contaminar, que sería algo que deberíamos de hacer por nuestro futuro y nuestro bienestar, difícilmente podremos llegar a separar los objetos mixtos como los que están compuestos de madera y metal. Pues Barbi así lo hizo y plasmó en tres murales de grandes magnitudes objetos del mismo material. ¿Esto no os recuerda al juego de “Piedra, papel y tijera”? Cada elemento es de un material diferente  y tiene una utilidad que no tiene nada que ver con la de los demás.
Cuando nos sucede o acontece algo en nuestras vidas intentamos mantenerlo con nosotros si es positivo o apartarlo y dejarlo atrás si es negativo o entristecedor, Barbi aparta de su lado gran cantidad de cosas que le acompañaron a lo largo de su vida con lo que nos puede evocar un significado de cambio y renovación del aura…
Esta exposición es un paseo por la vida donde todos encontramos en nuestro camino cosas que suceden al azar, como es la fotografía del tomate deforme que muestra el artista lo cual es algo inusual que sucede en un tomate de cada mil que hay. Otro ejemplo que muestra el artista es como de dos cagadas de gaviota podemos ver un dibujo abstracto. Estas son las cosas que nos suceden en la vida al azar, sin esperárnoslo, sin pedirlas y sin saber cuándo van a aparecer en nuestra vida, en nuestro trayecto por el mundo.
 Otras cosas que nos acontecen a lo largo de nuestro camino son las de vital necesidad. Barbi, plasma en un gran mural cosas que para él son de necesidad vital y las ve imprescindibles a lo largo de los días.  
Y otras serían las del juego como la simple rayuela que pintábamos de niños en la calle y era la cosa más simple a la hora de ingeniar y decidir un juego con el que divertirnos en la calle para jugar con los amigos.

Jorge Barbi es un artista que da una definición propia del arte, cogiendo como punto de partida todo lo que le rodea y transformarlo para llegar a convertirlo en una grandísima obra de arte. No hace falta ser un gran historiador del arte para darse cuenta de que es una gran obra de arte, pero debemos observarlas para poder identificarlas.  Gracias a este artista tenemos obras de carácter innovador que día a día están calando y haciendo mella en la sociedad actual.

La cruda realidad

Puri Puerta López


El pasado martes me dispuse a visitar la exposición de Florentino Díaz ubicada en la galería Astarté. En esta exposición, vi la construcción de pequeñas casitas moralizantes, en las que el humor y la ironía se convierten en armas de crítica social. El reflejo de esas casas, elaboradas con simples cajas de fruta hechas de madera, nos hace ver la situación económica, social y política de España. En una de ellas tenemos una caricatura cómica, que podría representarnos a Mortadelo por su inmensa nariz, un símil del embuste y la mentira.
En la primera miniatura vemos plasmado a un hombre con un maletín. Por un lado podemos llegar a pensar que es Bárcenas saliendo de la sede del Partido Popular de la calle Génova, ya que este lugar está muy cerquita de la exposición, o también puede ser un alto cargo del gobierno andaluz tras haberse embolsado gran cantidad de dinero tras los ERE falsos. En estas tres miniaturas vemos como un tío con maletín destroza España y la deja en ruinas como si fuera un comic de Mortadelo y Filemón. Si estos tuvieran un secretario, nos parecería todo más fácil de entender, pero no va a ser así, ya que Ofelia es su fiel y amable secretaria.
En esta misma sala vemos como el artista nos muestra una maqueta de España realizada con tablitas pequeñas. La fragmentación, la segmentación de este país debido al estado económico en el que se encuentra. Hay guerra, lucha y rivalidad entre las comunidades autónomas a ver quién baja más los impuestos y quien da más beneficios… y si observamos bien en la frontera de Cataluña hay dos tablitas con forma de silla ¿Qué puede significar esto para Díaz? Pues sinceramente yo le veo una crítica muy graciosa, y es que sí los catalanes independentistas quieren ver a su comunidad como una nación sola, que se sienten en esa sillita que es la única comunidad autónoma que se ve. Dentro de esta representación de España vemos tres iniciales que no sabemos que querrán significar para el artista, estas son LME, podría ser “Lucha Moral Económica” ¿Por qué no? Tiene relación con el tema de la exposición, aunque eso solo lo sabe él.
Al ir avanzando encontramos más representaciones con muchos significados, tanto para él como para nosotros. Esta es la mejor forma de ver todo el fraude y el engaño político que están haciendo. Vemos como dejan desolados a miles de españoles que tienen que sacar el mobiliario de sus casas, trabajos… por qué los han echado ya sea por impago o algo parecido. En la galería vemos como quiere ocupar el lugar de los objetos que nos han arrancado de nuestras vidas con grapas.
La representación que más me llamó la atención fue en una que pone en letras grandes “ARTE” y nos muestra como una escuela en ruinas, con poco material y un poco dejada de “la mano de Dios” ¿será otra pullita hacia el gobierno español y al ministro Wert? Estos días atrás hemos vivido una semana de huelga, en la que luchábamos por una educación pública y bien organizada. ¿Será esto un símil de la LOMCE?

Otra cosa sorprendente fue el ver una silla de aluminio sobre una estructura metálica con una lona negra de fondo. Toda esta combinación se encuentra en vertical con sentido descendente, como si estuviera inclinada y fuera a caerse. Si tiramos rodando un euro desde el País Vasco, caerá al mediterráneo por la parte de Granada, ya que estamos en vertical y todo se nos cae porque no sabemos mantener una economía sólida y estable.

lunes, 4 de noviembre de 2013

POLICROMIA.

Crítica sobre la exposición de Jose Ramón Amondarain, Galería Max Estrella.

Casi siempre me ha costado entender el arte contemporáneo solo por el hecho tan básico de que la base de este arte es la subjetividad y que dependiendo de los ojos, la situación y los pensamientos de casa persona, se puede entender una obra de una forma u otra y puede transmitir emociones y pensamientos totalmente diferentes a lo que el autor realmente quiere expresar. 

Cuando entré a la galería Max Estrella donde se encuentra la exposición de José R. Amondarain, artista de San Sebastián, me sentí tan cómoda al ver ese espacio tan limpio, blanco y cómodo, que aunque muchas veces esta situación recuerde a la idea de un hospital, a mi me dio la sensación de tranquilidad y proporción respecto a la obra de este artista ya que trasmite la idea de simetría y obsesión por la pulcritud. 
Lo primero que se nos presenta es un pasillo decorado con cuadros a los dos lados, estos cuadros tienen una fotografía de caracoles de mar y moluscos y en el marco escrito a mano nombres de artista, me imagino que esta relación que muestra José Amondarain es como el ve y siente a estos artistas y sus obras. Personalmente sentí curiosidad por dos diapositivas como la del artista K. Grosse, que me recordó sin pensarlo a un mundo mágico, por sus colores, de ninfas, hadas.. que aunque parece una idea estúpida e inmadura, siempre he sentido curiosidad por estos seres ya que demuestra la inocencia de mis pensamientos, la inocencia que aunque vaya creciendo y madurando como persona, no quiero perder. También me fijé en Kiefer y me produjo una sensación que me traslado a la época en la que estaba en cuarto de la E.S.O y leímos para un trabajo de clase un fragmento del libro "La Metamorfosis" de Kafka, donde describe la sensación que el personaje esta experimentado al mirarse el abdomen y ver que se esta transformando en un insecto, sentí un cosquilleo por todo el cuerpo al leer esto y mientras veía la diapositiva del artista, lo reviví. 
Después de ver estas diapositivas, entré a un cuarto donde se encontraba una escultura con forma de columna pequeña donde en la parte superior se reflejaba la misma imagen que estaba pintada en un cuadro de una dimensión muy grande, la imagen que vi fue la misma que se ve al mirar por un microscopio y que justo el artista hubiera hecho una fotografía para captar ese momento, ese movimiento de bacterias. 
La última habitación que había estaba formada por varios elementos desde pintura, escultura, y fotografía, la cual me gustó mucho, ya que a pesar de no darle un significado a la frase que acompañaba la fotografía, me recordó  los primeros momentos de Internet, ese movimiento llamado "Cyber" y  a esa década de los años 90 donde todo empezaba a ser tan descarado. 
También vi unos cuadros esculpidos en mármol blanco con frases y el nombre del autor de ellas, pero lo que realmente me llamó la atención de esta ultima habitación fue el cuadro de pintura situado al fondo, donde la imagen que vi fue un proceso de una figura metálica o electrónica que se esta derritiendo lentamente y sentí un escalofrío ya que tengo la idea de que poco a poco la tecnología nos va a consumir hasta tal punto que el ser humano no tendrá ninguna función y seremos dominados por maquinas, no estoy en contra de la tecnología ya que vivimos en un mundo tan globalizado que muchas veces nos facilita la vida, pero deberíamos poner cierto limite a estas funciones que el ser humano esta perdiendo y estamos atribuyendo a la tecnología. 


No sé si lo que yo sentí al ver las obras de este artista es lo que él quería trasmitir al espectador, pero como he dicho arriba.. Esto es arte contemporáneo y la individualidad y subjetividad es la base. 

IMPACTO


M. Luz Souto – Amor gana - José Ramón Amondarain

Impacto fue lo que sentí al entrar en la primera muestra individual que José Ramón Amondarain (San Sebastián, 1964) expone en la Galería Max Estrella de Madrid, bajo el título de Amar gana, que acoge obras correspondientes a cuatro proyectos diferentes de este autor vasco

En un abrir y cerrar de ojos, pasé de la realidad cotidiana a un mundo imaginario, utópico, evadiéndome y dejando a mis espaldas los motivos que me habían conducido a visitar esta exposición. De repente me encontré paseando por un mundo marino, adentrándome después en un paisaje lunar, terminando en una fiesta de palabras, donde miraban calaveras extrañadas por tal algarabía y algunos objetos que formaban parte de esta fiesta.

¿Simbolizan las obras expuestas de este artista el pasado, presente y futuro del arte contemporáneo? Un pasado representado por conchas que JR Amondarain identifica con algunos artistas que han sido iconos del arte moderno, contemporáneo y conceptual; colocadas a ambos lados de la sala, sintiendo la sensación de estar andando por una colorida y luminosa playa de nuestro país, donde todavía se pueden encontrar algunos de los moluscos que el autor ha concebido como conchas que encierran la esencia del arte del pasado siglo XX. El presente lo identifiqué en lo que yo imaginé como una “fiesta de palabras”, es decir, una fiesta donde las palabras dependiendo de la colocación de las letras que las componen, no tienen un mismo significando, siendo el espectador que se sienta invitado a participar en esta fiesta, el que construya “anagramas de analogías” como a él más le guste, significando los objetos colocados en pedestales las voces críticas a estas creaciones que el autor ofrece, haciendo una lectura personal de que todo vale como arte en la actualidad.

En mi imaginación las pinturas creadas por ese autor y que parecen fotografías en 3D, simbolizan un paisaje lunar, aclarando JR Amondarain que "La fotografía ya no existe. Es una técnica pictórica más", serían el futuro, un futuro libre del contagio de los clichés del Planeta Tierra, donde toda creación artística pueda tener su lugar, asépticas de cualquier dogma artístico, difiriendo de la opinión del autor que recientemente ha declarado que el arte español tiene un futuro muy negro.
 
Pero el verdadero IMPACTO lo sentí cuando abandoné la exposición y me choqué con la cruda realidad que una hora antes había abandonado; especulando según iba andando hacía la Gran Vía, si lo que acababa de ver había sido real o una mera imaginación inducida por las creaciones y técnicas utilizadas por este autor donostiarra en las obras expuestas en Amor gana, llegando a plantearme si mis conjeturas daban lugar a una observación personal de entender la trayectoria del arte contemporáneo.

ALBUR

Humberto Ribes

En la recién estrenada galería Bacelos se presenta Jorge Barbi con su última exposición. Difícil de encasillar, como gran parte de su obra, entre las tendencias y los estilos del arte español. Jorge es un artista que se caracteriza por ser un muy buen observador, que juega al despiste con el binomio arte y naturaleza. Y digo esto porque en alguna de las obras que he podido observar de esta muestra, resulta complejo diferenciar lo que es pura naturaleza con lo que perfectamente podría pasar inadvertido como una obra de arte del artista.
Me quedo con la reflexión general de que gran parte del conjunto de las obras que alberga la exposición surgen desde cierto aspecto del azar, como si fueran algo del destino. Desde las composiciones de Paso previo donde podemos observar los distintos utensilios que le han llevado a crear la totalidad de sus obras o que meramente le han sido útiles a lo largo de su vida y que ha ido recogiendo y atesorando para más tarde reunirlos y fotografiarlos. Algo que me hace pensar y me acerca más al artista ya que soy alguien al que le cuesta desprenderse de las cosas que han tenido cierta utilidad o que han pasado por mis manos. Hasta tal punto que rara vez no me invade la duda de saber si volverán a serme útiles en el futuro o ya tuvieron su momento, y ahora toca deshacerse de ellas (las cosas ya usadas) o simplemente reemplazarlas.
También me hace recapacitar el sentido de su obra Productos del azar. Algo que me pregunto muy a menudo cuando observo ciertas peculiaridades que pueden, en un primer momento, parecer anómalas, que resultan complicadas entrever y que no logro averiguar si son solo un espejismo, algo imaginario o hay más gente que puede llegar a advertir lo mismo que yo. Productos del azar parece responder a mi inquietud. Lo que aparentemente da la sensación de ser una simple "cagada" de pájaro seca sobre una piedra, Barbi consigue hacer partícipe al espectador de lo que parece la figura de dos personas. Lo que pueden parecer una simples nubes, pueden llegar a asemejarse a una pequeña bandada de pájaros que sobrevuelan el cielo. Y es a eso a lo que me refiero cuando me pregunto si soy solo yo o hay más gente que puede ver este tipo de fenómenos ocultos, en muchas ocasiones, entre la naturaleza. Fenómenos que me hacen recapacitar sobre lo que nuestro ojo es capaz de advertir en ocasiones y en otras se queda simplemente en lo superficial sin poder ir más allá de lo que meramente parecen ser un par de nubes o un simple excremento seco de pájaro. A mi parecer Barbi trata de decirnos que no solo nosotros vemos esas cosas. Todos podemos, haciendo un profundo ejercicio de observación, ser conscientes de estos fenómenos que ocurren a nuestro alrededor día a día.
En definitiva, creo que Barbi nos da una buena definición de lo que es ser un artista. Según lo veo yo, artista es aquel que es capaz de, tomando lo que tiene a su alrededor, configurarlo de cierta manera, manipularlo y mostrárselo al resto del mundo como una obra de arte. Y es que de eso se trata no hace falta ser un erudito para darse cuenta de que vivimos rodeados de auténticas obras de arte pero para ello tenemos que observarlas, que prestarles atención, detenidamente. Algo que no es factible en la sociedad de hoy en día que vive en el mundo de las prisas y en el de "no tengo tiempo".