sábado, 21 de diciembre de 2013

Orden en lo desordenado

por Sara Rodríguez Canal.

Esta es la última crítica ante la que me encuentro, por ahora. Sin duda es la más difícil ya que, intentando darle un cierto sentido a las anteriores, a esta apenas se lo encuentro. Dicen que el arte es algo abierto y que se deja un poco a la libre interpretación, pero siempre me inquieta el que tarde tanto en intentar ver algo y que los demás no vean nada de lo que digo, o que el mismo autor este completamente en contra. Realmente me hace pensar demasiado.

La exposición del artista José Ramón Amondarain, realizada en la Galería Max Estrella parece estar dividida en varias partes, como ya decíamos de otros artistas. He de reconocer que es una de las pocas exposiciones en las que, no sé si será una ofensa, las obras las veía colocadas en mi casa. Me aportaban una serenidad tremendamente grande, sobre todo las pinturas y las fotografías.
Estas fotografías pueden observarse nada más entrar, en un pasillo, tanto a un lado como al otro.  En ellas, el autor para encontrar una similitud con artistas que a lo mejor le han llegado a influir o inspirar. Me impresionó que lograra hacer esto, pues nunca había puesto parecido alguno, con personas, a objetos tan simples y magníficos como son las caracolas o conchas que uno se va encontrando cuando va paseando por la playa.

Algo que también me causo bastante curiosidad fueron los anagramas que realizó como en una especie de bloques de piedra.  Algunos de estos eran: MARCEL DUCHAMP -> CLAD PREACH MUM; SERRIE LEVINE -> INHERES RELIEVE; MONA HATOUM -> OH MAMA TU NO; MORRIS LUIS -> MIL RIOS SUR; FRANCIS BACON -> CONFISCAN BAR; ANDY WARHOL -> HOLD ANY WAR; JEFF KOONS -> J.F.K. EN FOSO; ANTONI TÁPIES -> TIENTA PASIÓN; SALVADOR DALÍ -> LORD SALIVADA; DORA MAAR/DAR O AMAR; BRUCE NAUMAN -> CUAN BUMERANG; FRANK STELLA -> FALLEN STARK; ANSELM KIEFER -> FIREMEN SLEEK2.  No tengo la capacidad para saber si hay algún tipo de relación entre los autores que menciona y lo que logra formas con las mismas letras de su nombre, pues puede referirse a una etapa de su vida, algo que les ocurriera, alguna obra creada por ellos o simplemente nada relacionado con ellos. El no saber ni entender me trastorna un poco, no hasta el punto de volverme loca, pero si hasta el punto de no saber que decir sobre este tipo de obras. Pueden ser ideas del artista que se han estampadas en esas placas de piedra, ancladas, y no consiguen salir.

Lo mismo me pasó con la obra Segunda Piel, para mí la más impresionante, ya que saqué bastantes conclusiones y todas un poco depravadas, que en el fondo es lo que me gusta. Se encontraba en la misma sala de los anagramas expuestos antes, pero no llegué a encontrar relación entre ambos.  No tienen por qué tener nada en común aunque se encuentren expuestos en las mismas salas, pero siempre intento encontrar alguna similitud.

También podemos encontrar tanto pintura como escultura, dejando a un lado los anagramas. La pintura me gustó muchísimo, eran una especie de cuadros de texturas, que parecían una fotografía en HD, hasta que te vas acercando y te das cuenta de las pinceladas del autor, algo increíble.


Me hubiera gustado poder descubrir los significados de todas las obras de este artista, pues me parecen verdaderamente ingeniosas, pero no me veo con la capacidad de hacerlo, tras mucho intentarlo, mis opiniones no sé si estarán en lo cierto o se acercarán a la realidad. Espero que después de algunas críticas, esto sea así.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

"El hombre y la naturaleza." - Critica de la exposición de Jorge Barbi. Elena Sanz Sánchez.


"El hombre y la naturaleza."
 
La galería Bacelos estrena su nuevo local en la calle Doctor Fourquet 6 exponiendo la obra reciente de Jorge Barbi (La Guardia, 1950), artista que disfruta de una de las trayectorias artísticas más consolidadas del arte español. Caminante y observador, se deleita con lo ofrecido por la naturaleza, por el azar y/o por el hombre, lo recoge, lo asimila y le otorga una marcada y sencilla carga poética.
En la colección, Barbi nos presenta sus últimos trabajos artística, científica, poética y humanamente; mira a través de lo que la Tierra nos da, a través del tiempo y de sus imágenes. La galería presenta una muestra en la que más de una decena de piezas confirman la relevancia y perfección técnica de Barbi.

Los mosaicos de imágenes que lucen caóticamente ordenados en las paredes de la galería son lo que más me llamó la atención. “Producto de la necesidad, producto del juego, producto del azar.” Estas hermosas imágenes se catalogan así por el fenómeno que las origina, reuniendo en ella la belleza y la emoción de cuando lo humano y lo natural se une de manera no destructiva. En todos los casos revelan, por parte de quienes han creado esas disposiciones, una comprensión del medio y una integración de sus elementos y sus espacios que son muy diferentes de las del visitante. O de las del artista, incluso cuando tienen muchas veces un componente estético, aunque sea involuntario. El artista es el que las detecta, las colecciona y compone con ellas un mensaje.
Todas ellas resumen, bajo mi punto de vista, una reflexión pausada y lejos del consumismo al que el mercado del arte nos tiene acostumbrados. No son capitalistas. No buscan un lucro. Son bellas, sin más.

Otras tres imágenes se incluyen también en la exposición: las geometrías orgánicas que Barbi nos presenta son excelentes. Un matrimonio entre la madera y la piedra que no da lugar a divorcio por su astuta sincronización.

En “Señales de humo” se reúne una masiva colección de objetos rudimentarios, ordinarios, comunes que, convertidos en arte, se trasforman, se retuercen hasta conseguir un nuevo significado, una nueva simbología; su disposición determina su sentido. A pesar de su cotidianeidad, consiguen transmitir algo… misterio, quizá… Y consiguen conservar la emoción del espectador al preguntarse su origen (o, al menos, eso es lo que a mí me ocurrió cuando los contemplé.) Las huellas, los símbolos y los jeroglíficos que se reflejan en las obras son parte una mezcla de realidad e imaginación.

La serie “Paso previo” me dispersó totalmente. Las acumulaciones de esos diversos elementos, su reinterpretación y/o recolocación me pareció que tenían un gran simbolismo y que funcionaban como materia primigenia.

               Y todo esto se resume en cuatro palabras: La naturaleza es bella. Me acuerdo aquí de mi profesora de Literatura del año pasado y de una cita que una vez dijo en clase. En ese momento no le di mayor importancia pero ahora…

              “La naturaleza bien ordenada, contemplada por un hombre bien ordenado; he ahí lo poéticamente bello.”  - Joseph Joubert.

 

Gracias a esta exposición, conseguí llegar a una conclusión bastante interesante y que nunca antes me había planteado: Gracias a la naturaleza, la literatura, la pintura, la escultura y la arquitectura son lo que son ahora...; piense en esos paisajes bellos, con toda su perfección, que inspiraron en su momento a miles de artistas (poetas, músicos, pintores...) y que dieron lugar a obras maravillosas de las que todos disfrutaron en su época, disfrutamos nosotros ahora y disfrutarán las generaciones venideras. ¿Qué hay de ese “Locus amoenus” repetido hasta la saciedad? De no ser por la naturaleza no existiría la escritura descriptiva, ni los paisajistas, ni infinidad de artistas que bebieron de sus fuentes y se tostaron con su hermosura, como le pasa al artista que nos ocupa.
La importancia de nuestra Madre Naturaleza es ilimitada y si ella desaparece, vamos todos detrás. Interesante, ¿no?



Elena Sanz Sánchez.

"UN PAÍS DESAHUCIADO" - Critica de la exposición de Florentino Díaz. Elena Sanz Sánchez.


UN PAÍS DESAHUCIADO.
 
 
Florentino Díaz presentó en la Galería Astarté su nueva exposición “LA CASA DESOLADA.”, del 19 de Septiembre al 9 de Noviembre de este año 2013. Un año en el que este país en el que nos ha tocado vivir está deshecho, se ha corrompido, ha naufragado humanamente… Está vacío por dentro, al igual que las casas que el artista nos presenta.
Después de varios años de trabajos en la sombra con simples apariciones esporádicas y alejado del ruido de los medias, Florentino Días presenta su trabajo más reciente en el que, de nuevo, podemos ver su humor ácido e irónico y lo rotundo de sus propuestas, siempre con la “casa” como pieza central. Una “casa” en la que como comenta el artista “casi nada es lo que parece y donde cada vez resulta más difícil habitar.”


Si han seguido con más o menos interés las noticas de este año de mala suerte, maldito numerológicamente hablando, les sonará entonces la palabra “desahucio”, ¿no es cierto? Esas pobre familias que, sin comerlo ni beberlo, y por culpa de nuestra sociedad, se han visto despojadas de sus casas, de sus bienes, de su historia y sus vidas… No se les ha dado ni la oportunidad de intentar sobrevivir. Han dejado atrás miles de recuerdos vividos entre cuatro paredes, cuatro paredes ahora vacías y que sin embargo fueron en algún momento un hogar. Casas rotas, desiertas, destartaladas, ruinosas en vivencias… En realidad, ya no son casas.

Pues, bajo mi punto de vista, esto es lo que Díaz nos presenta en sus nuevos trabajos. Casas desahuciadas, “desoladas” si prefieren hacer un guiño al título de la colección. Y todo en la galería me incitaba a pensar en esto: Desde el escaso mobiliario que presentaban las obras y su precario estado, sus colores, sus rotos y grietas, sus acabados, las superficies… La utilización de madera de puertas ajenas al artista, como la del Palace, por ejemplo… Esa madera que ha vivido tantos momentos (discusiones y por lo tanto portazos, arrebatos de pasión desenfrenada, nuevos vecinos, risas de niños, pintadas, Navidades, cumpleaños, muerte de algún ser querido…) Y, ¿ahora? Solo son parte de casas vacías, diáfanas, sin nada que contar por sí mismas porque no han vivido nada y sin embargo y a pesar de todo, transmiten una emoción que en la lejanía suena a alegre. Como dice el artista: “lo que hace que hayan sido testigos mudos de acontecimientos a los que nunca podremos acceder.”

               No sé si el artista ha conocido esta situación de verse privado de su casa o no. No sé si, aún sin conocerlo de primera mano, ha vivido algo parecido a su alrededor. ¿Algún vecino quizá? ¿Un familiar lejano…? ¿Quién sabe? Quizá sí que se ha visto despojado de su hogar aún sin ser una situación tan dramática; a lo mejor una mudanza por trabajo… Sea como sea, el artista sabe bien lo que está pasando en el país y creo que ha sabido plasmarlo a la perfección en cada una de las obras que vemos en la Galería Astarté, haciendo así gala del arte crítico al que nos tiene acostumbrados. Cada astilla, cada gota de pintura refleja, irónicamente, la realidad de un país desahuciado.


Elena Sanz Sánchez.

"¿Quién dice que la pintura es solo pintura?" - Critica de la exposición de José Ramón Almondarain. Elena Sanz Sánchez.


 
 
"¿Quién dice que la pintura es solo pintura?"
 
 
Entramos a través de unas puertas de cristal en la primera muestra individual de José Ramón Amondarain en la Galería Max Extrella de Madrid. Sus trabajo, diferentes entre sí aparentemente, se nos revelan muy coherentes en sus conceptos y métodos.

Pintura, fotografía, construcción, objetos que tienden a la escultura… Todo ello refleja una refleción sobre los conceptos que parte de la premisa de que la pintura, su máxima, puede ser una metamorfosis de todo ello; presenta así sus distintas posibilidades, de una forma totalmente nueva, desconocida... Un reto para la inteligencia desde lo sensible…

Este trabajo por fin finalizado nos muestra un proceso, basado en la experiencia, en ideas, clichés y momentos, de retenciones artísticas, forzado a conformar lo que podemos ver en la Galería. Podrá ser la fotografía de un cuadro por él pintado, que en su ampliación muestra lo que sería lo específico de la propia pintura (superficie, trazo, color), o la misma idea en un objeto de poliéster que encarna lo que bien pudiera ser la propia superficie de la pintura, que en el cambio de material y en las dobladuras aplicadas al mismo, produce un objeto del que JR Amondarain nos dice lo siguiente: otra pieza es la que llamo luna (no es ése el título), se trata de una especie de cajón de poliéster, y su parte superior representa una superficie con pinceladas. Al hacer las fotografías (pruebas) me gusta el hecho de que no se entienda bien lo que es y esa especie de paisaje lunar y desolado

Lo que más me asombré de la exposición fue la capacidad del artista para mirar y ver en dos miradas sobre lo mismo, sea objeto ó frase; así lo muestra la seria de anagramas: MARCEL DUCHAMP/CLAD PREACH MUM; MONA HATOUM/OH MAMA TU NO; MORRIS LUIS/MIL RIOS SUR; FRANCIS BACON/CONFISCAN BAR; ANDY WARHOL/HOLD ANY WAR; JEFF KOONS/J.F.K. EN FOSO; DORA MAAR/DAR O AMAR; SALVADOR DALÍ/LORD SALIVADA; ANTONI TÁPIES/TIENTA PASIÓN; BRUCE NAUMAN/CUAN BUMERANG; SERRIE LEVINE/INHERES RELIEVE; FRANK STELLA/FALLEN STARK; ANSELM KIEFER/FIREMEN SLEEK.
Analogías impensables, reflejos múltiples e incluso disparatados, donde cualquiera de nosotros se daría de bruces con una pared, él encuentra un gran ventanal abierto y con vistas al mar. Como en el caso de la fotografía de Pipilotti Rist o bien abriendo lo cerrado por medio de fisuras que él sólo sabe ver, como por ejemplo, la corriente subterránea que va desde FRANCIS BACON a su trabajo de título “BOCA (A NO DECIR/DIO NACER)” y que como JR Amondarain explica, intenta corregir esa creencia tan recurrente entorno a F. Bacon, que inmediatamente vincula la obra del anglo-irlandés con las tripas, mientras que él hablaba de lo que pasaba en la superficie del cuadro.

Llegó a apasionarme “pintar de oído”, ya que aquí el artista consigue nuevamente moverse entre lo central, lo principal de algo y lo accesorio. La peana de metacrilato transparente, en su interior “repite” de alguna manera aquello que sustenta y muestra encima: será con veladuras negras. De alguna forma la pieza repite lo que ocurre en la peana con su interior negro.

Y, ¿qué me dicen de esos objetos amasados y tratados en óleo? Tenían ese aspecto orgánico, amenazador, visceral… Adictivos. De todas ellas, las más relevantes o sorpresivas de las que compondrían la secuencia y que en el propio devenir de la acción estaban condenados a desaparecer, son preservadas fotográficamente y constituyen modelos para la realización de cuadros diferentes que Amondarain ha realizado. Y ahora, don José, es cuando yo le pregunto: ¿todos ellos constituirían, puestos en línea, distintos momentos de una animación a la manera de las stop motion? Y es aquí donde el autor me corrige y añade: La cosa más que tener que ver con el tiempo, tendría que ver con el espacio, con que la cosa es cuando es imagen y el cómo las imágenes transitan a través de la pintura.




Elena Sanz Sánchez.

domingo, 15 de diciembre de 2013

SE MIRA, Y SI SE PUEDE SE TOCA

Humberto Ribes

Afronto con serias dudas ésta, mi última crítica, por llamarlo de alguna forma, sobre la exposición de José Ramón Amondarain. Temo no ser capaz de sacar algo en claro que merezca la pena leer o al menos que no suponga mi suspenso en esta materia. Tras haber contemplado la exposición, observado, apreciado, examinado, meditado, vuelto a contemplar, reflexionado... no se me ocurren más sinónimos para describir lo mucho que la he considerado antes enfrentarme al papel en blanco. Y es que esta vez no me ha sido nada fácil ponerme frente al folio y comenzar a transcribir las sensaciones que ésta me había transmitido a primera vista. Ha sido una ardua tarea tratar de sacar una conclusión, que medianamente valiese la pena, de esta muestra con los últimos y distintos trabajos de JR Amondarain.

Diré que la sensación general que me queda, después de esta visita a la galería Max Estrella, es la de haberme quedado con las ganas de palpar. De palparlo todo. De conocer la textura, el tacto, la percepción que esas obras lograban transmitirme. Por ejemplo, la serie Colección de conchas. Esas radiantes conchas acompañadas con los nombres de, por lo que he podido investigar y si no me equivoco, artistas contemporáneos coetáneos a JR Amondarain. Quizás artistas que le instigaron a crear, a inventar arte. Llamaron especialmente mi atención algunas de ellas: la que tenía por nombre BLECKNER. Curiosa forma de reflejar a través de la fotografía los engaños que sufre el ojo humano. La primera sensación que obtuve de esta obra fue la de viscosidad. Esa capa cristalina, que formaba parte del caparazón compacto de la concha, daba la impresión de ser algo flácido y viscoso. También me gustaron las conchas que tenían por nombre M.DUMAS y K.GROSSE, unas conchas cuanto menos futuristas, con esos colores un tanto peculiares al resto y formas extravagantes. Por no hablar del simple mejillón de KIEFER que me trajo a la memoria el fuerte olor a marisco pasado, o la más simple de todas, la que tenía por nombre TURNER. Esa consiguió devolverme a mi infancia, a las vacaciones de verano cuando correteaba por la orilla del mar recogiendo todo tipo de crustáceos, cuanto más grandes mejor, que luego exhibía, como si de un tesoro de Indiana Jones se tratase, ante los míos.

Siguiendo con la exposición, la serie Amar gana, no cesó mis ganas por querer manosear todas y casa una de las obras por las que estaba compuesta. Realizada con poliéster jugaba con el relieve llegando a recrear en mi aquellas tardes de lluvia de mi infancia encerrado en casa junto a mi pizarra de letras. Esta pizarra se caracterizaba porque estaba cuadriculada y venía acompañada de un montón de letras y números de colores muy dispares. Las cuadrículas servían para acoplar las letras y los números, y así poder formar palabras, frases incluso algún pequeño texto. No se me escapa el pequeño detalle que JR Amondarain plasma en estas láminas creando nuevas palabras a partir de los nombres de artistas como Andy Warhol del que sacará: “hold any war” algo con lo que también podías jugar con aquella “mágica” pizarra.

Escribo todo esto porque como hace ya unos meses escuché de un artista que vino invitado a clase, Carlos Aires, todos alguna vez hemos sentido la necesidad de palpar, toquetear o manosear las obras de arte que observamos en un museo. Incluso vamos más allá y cuando creemos que no nos ve nadie, nos acercamos disimuladamente y lo hacemos. Pues bien, yo no pude hacerlo. Sentí los ojos del bedel clavados sobre mí y me achanté.

jueves, 12 de diciembre de 2013

MÁS ALLÁ DE LAS BISAGRAS

Humberto Ribes

Tengo que reconocer que acudía a la galería Astarté con una idea preconcebida bastante negativa, quizás influenciado por los comentarios que había oído de mis compañeros en clase, sobre la exposición que hasta hace poco les ha ocupado de Florentino Díaz. Ahora puedo decir que estaba terriblemente equivocado, que no ha sido para tanto. Quizás no haya sido la exposición de mi vida, porque espero me queden muchas más por visitar, pero creo que tiene su encanto. Y sobretodo creo que tiene, o al menos yo consigo sacar una reflexión que muchas veces ha merodeado mi cabeza pero hasta entonces no me había atrevido a plasmar sobre el papel.

Digo esto porque leyendo la pequeña nota que nos deja Florentino introduciendo lo que acontinuación vamos a ver, consigue crearme una idea que iré desarrollando poco a poco a lo largo de mi paso por la galería. La nota de Florentino dice así: "En primer lugar están una serie de obras realizadas de forma muy sencilla con madera sacada de puertas encontradas en contenedores, algunas de ellas con casi dos siglos de vida, lo que hace que hayan sido testigos mudos de acontecimientos a los que nunca podremos acceder y que de alguna manera estarán presentes en el resultado final.”

La frase subrayada es para mi la clave. Eso es lo que enciende mi pequeña bombilla imaginaria y hace que en mi cabeza comiencen a encajar todos esos engranajes que hacen posible un sinfín de fantasías, sinsentidos y demás locuras. Es eso, la reutilización de esa madera anteriormente ya usada , que en un pasado formó parte de puertas con más años que Matusalén y mil y una historias por contar. Quizás ese trozo de madera insignificante, que no nos dice nada, que no parece tener nada de especial, que está ahí formando parte de una composición que ahora unos cuantos llaman arte, anteriormente formaba parte de una inmensa y majestuosa puerta de la morada de algún importante militar franquista; o una pequeña puerta que llevaba al sótano encubierto de alguna casa judía donde se reunían a rezar de forma clandestina los judíos en época de los Reyes Católicos antes de ser expulsados de la Península; o puestos a imaginar, la puerta que conducía a un pasadizo secreto que ocultaba misterios un tanto tenebrosos... ¿Quién sabe la cantidad de “testigos mudos”, como bien dice Florentino, de los que habrá sido participe ese trozo de madera? ¿Y esa silla? ¿Qué me decís de esa pequeña silla típica de pupitre de escuela, que utiliza Florentino en alguna de sus composiciones? Quién sabe cuántas posaderas habrán pasado por esa brillante y pulida superficie? Quizás por ahí pasó el trasero más prieto y deseado por todos los chicos del instituto; o era la silla del castigado, esa que permanecía al final de la clase y su uso era expresamente para marginar a ese pequeño revoltoso que no cesaba en sus diabluras. Y como estas un sinfín de imaginarias, porqué no, posibles historias cotidianas.


No se a vosotros pero a mi que a partir de una pequeña obra de arte como puede ser Cada día me parezco más a Mortadelo o La casa desolada, L.M.E. se nos habrá un inmenso abanico de posibilidades que poder imaginar, que poder divagar, que poder contemplar con otros ojos, los ojos de un soñador me parece algo fascinante. Y es esto lo que ha conseguido causar en mi Florentino, me ha abierto la mente a otros mundos me ha dejado fantasear, me ha dejado soñar con su obra sin tener que ceñirme a un único significado y eso es lo que más le honra.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

OPORTUNIDAD AL AHOGAMIENTO DEL ARTE FEMENIMO


M. Luz Souto – LA OTRA │ Amparo Sard 

Una mañana soleada de este frio mes de Diciembre, me acerqué a visitar la exposición de Amparo Sard (Mallorca, 1973), dentro del proyecto Conexiones puesto en marcha por el Museo ABC y la Fundación Banco de Santander para contribuir al desarrollo del arte contemporáneo, especialmente relacionado con el mundo del dibujo.
El nuevo Museo ABC de Dibujo e Ilustración está ubicado en el antiguo edificio que sirvió para albergar la primera fábrica de Cerveza Mahou en Madrid a principios del pasado siglo XX, creado por José López Salaberry. A la entrada de este remodelado edificio, dentro de un barrio con tanto sabor madrileño, me sorprendió gratamente reconocer una obra de un artista contemporáneo que tuve la ocasión de conocer y escuchar en una de las sesiones dedicadas a “conocer a un artista contemporáneo” que el profesor Fernando Castro Flórez ofrece a sus alumnos de Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid; dando la bienvenida al visitante, Detonación para una entrada, título de la obra expuesta en el vestíbulo del Museo ABC, siendo su autor Santiago Morilla que participó en el ciclo Conexiones 01, Ornamento y Detonación.
Amparo Sard, autora vinculada principalmente al dibujo, expone por primera vez en la capital española, creando un trabajo concreto para esta exposición siguiendo las normas de escoger una obra de la Colección ABC y otra de la Colección Santander y establecer entre ellas una relación artística; El espejo de la muerte, de José Gutiérrez Solana y un dibujo de Julián Grau Santos, Homenaje a Ángeles Santos, ambas expuestas en la primera planta como inicio del recorrido de la muestra, son las elegidas por esta artista.
Todas las obras están colocadas sobre paredes de color blanco, quedando un poco diluidas por estar creadas y enmarcadas en el mismo color. Tres grandes paneles y una serie de pequeños dibujos todos realizados en papel, utilizando la artista un instrumento punzante para hacer que emerjan a la superficie dibujos que parecen bajorrelieves, repitiéndose la misma imagen femenina en gran parte de ellos, entendiendo que se trata de la autora, pero desde “la otra” realidad, su realidad psicológica. Comparten esta exposición cuatro videos de Sard que muestran los elementos que destaca también sobre el papel, mujer, agua, espejos, moscas, manos, siendo angustioso el que nos muestra una mujer cuya cabeza está metida en una especie de cubeta que se llena de agua respirando a través de un tubo donde se van colando moscas, trasmitiéndome la idea del “ahogamiento del arte femenino”, representando las moscas los obstáculos que las mujeres artistas han sufrido a través de la Historia, siendo la sonda ese mínimo espacio por donde querían hacerse oír, eso sí siempre lleno de dificultades. Las manos, otro de los símbolos que aparecen reflejadas en gran parte de las obras expuestas, entendiendo que la mujer también tiene “manos” para crear arte y que sin embargo no ha tenido las mismas oportunidades que el sexo contrario. La autora utiliza imágenes especulares para mostrar “otra” realidad, la que ella ve y siente reflejándose como protagonista en esa realidad que nos quiere transmitir.
Oportunidad es como he querido titular esta breve crítica dedicada a la creación artística de una mujer que, aunque explotadas como objeto artístico inundando las colecciones de los museos, siguen actualmente marginadas en el mundo del Arte, existiendo un déficit histórico a su reconocimiento artístico, pensando que ya es hora que las mujeres tengan las mismas oportunidades de mostrar sus creaciones artísticas al mundo ya que el Arte no tiene sexo, debiendo existir el mismo trato de igualdad para toda la comunidad artística.

domingo, 8 de diciembre de 2013

                    JORGE BARBI

La C/ Doctor Fourquet, 6 nos abre las puertas hacia una exposición de Jorge Barbi sobre la concepción del arte de hoy día.

Nació en Pontevedra, cuyo trabajo pone en duda la esencia del hombre, la naturaleza y la fuerza que nos rodea.
Desde el principio las obras de Barbi no fueron bien integradas en estas últimas décadas de los años ochenta.
Sus representaciones han sido tanto individuales como colectivas desde 1983, y en 1992 intervino con una escultura en Roda de Isábena dentro del programa de la Diputación de Huesca.

Participó en la muestra Nordesía presentada en 1995 a once artistas de Galicia en el Centro Conde Duque, de Madrid y en la Casa da Parra, de Santiago de Compostela. En el 97 forjó una instalación “Casa de jugos” del Centro Galego de Arte Contemporáneo.

La exposición de la Galería Barcelos sobre “Señales de humo” convierte lo más sencillo e insignificante en algo ,en este caso “inquietante”.
Ha escogido restos de basura y lo relaciona con el arte cuyo significado se centra en la desaparición del mismo una vez que se ha mostrado sin poder disfrutarlo a fondo ni siquiera asimilarlo.

Es como en otras exposiciones de este estilo a los ojos del espectador / público no tiene ningún significado tan sólo son un puñado de fotos colgados en la pared. Pues una vez más necesitamos al artista frente a nosotros para abrirnos los ojos de qué es lo que quiere decir con sus obras.
Incluso es curioso el tema que representa, pues la exposiciones de esta generación no muestra ni rastro de pintura, ni siquiera esta.
Hemos llegado a un punto en el que el arte ya no es pintura sino que es algo digitalizado, es decir, que el arte lo encontramos en nuestro entorno por medio de la fotografía.
Con esto se está reivindicando que el arte es cualquier cosa que veamos si le ponemos un significado que le de sentido.

Jorge Barbi hace uso de cualquier objeto como basura para representar ese arte que está siendo derrochado sin apreciarlo de verdad, donde se la ha dado tantos significados que lo confundimos con cualquier cosa (a mi entender).
Este arte está siendo abandonado y así lo defiende Barbi poniendo esos ob jetos sobre un fondo que hace la vez de cosmos, un lugar insólito y desconocido.

Después de ver esta así como otras exposiciones del mismo estilo, me viene una pregunta a la cabeza ¿qué es arte hoy día? y si es arte ¿porqué no lo entendemos o lo apreciamos? quizá porque andemos perdidos sobre su significado y ya no sepamos lo que es.
Para mí todas las exposiciones de artistas actuales, son todas iguales, fotografías a las que se les ha asignado un significado que en realidad no tienen ninguno.

Aunque sin un significado claro, todo el conjunto de la obra tiene un toque de misterio intentando buscárselo.
No puedo encontrar nada útil en esta como en otras muchas exposiciones puesto que lo considero una simple colección de fotos en una sala, las cuales puede hacerlas cualquiera.
Estas fotos sólo tienen significado si el “artista” dice que lo tiene y nos lo creemos.
Fue presentarme ante aquellas fotos y quedarme en blanco sin saber qué decir, una decepción en el que intentaba encontrar algo positivo que comentar pero no me transmitía ningún tipo de sentimiento ni “significado”.

martes, 3 de diciembre de 2013

Innovación en la critica social

Florentino Díaz nos da a conocer su exposición en la que claramente vemos que hace una crítica social, en la que abundan una gran variedad de obras hechas con madera, aunque también con otros materiales. Salas de estar en las que se suele ver casi la misma escena de un lugar desolado, gris y triste con la silueta de unas cabezas, es esta la serie En aquellos tiempos. Como el artista bien dice son “en definitiva obras que intentan cambiar todo esto y hacer más agradable la estancia”. Podemos ver en esa frase que con esta exposición intenta cambiar el pensamiento de los visitantes, hace una especie de protesta en el arte, expresándose y creando estas obras tan particulares.
Soy español. En el paro estoy, Soy español, español... y La casa desolada L.M.D. son tres obras que se encuentran colgadas en la pared, obras que intentan dar un mensaje no muy claro, por lo menos para mí. La casa desolada L.M.D. es una reconstrucción del mapa de España, un país que según el artista no está bien, le faltan piezas de madera para completarse, en el que existen una serie de fenómenos políticos no muy agradables para este, tales como la corrupción.
A lo largo de la exposición veo que algo me llama la atención, hay una silueta que el artista usa mucho en la mayoría de las obras, siluetas que parecen ser la misma persona pero con distintas expresiones en la cara, algunas de angustia, otras de felicidad... Como bien dice, en los títulos de algunas de sus obras, es Filemón (Filemón  en la oficina del director) uno de los dos protagonistas de la serie de historietas humorísticas Mortadelo y Filemón. Las podemos ver también en Madera reciclada, papel, carbón y grapas una especie de maqueta, como bien dice el titulo, de madera reciclada que saco de estructuras antiguas en la que recrea una especie de sala solitaria.
Otra de sus obras tan particulares es la de Santuario, una escultura de acero inoxidable bastante peculiar así como Cada día me parezco mas a Mortadelo, obras en las que trato de descifrar lo que el artista quiere transmitir realmente con ellas. Sabemos que intenta hacer una crítica social, mezclando ahora, el tema de las figuras de Mortadelo y Filemón.
Autorretratos revolucionarios es una obra que muestra varias fotografías en las que el autor coloca una vestimenta parecida a épocas de guerra, en ella pone encima unos cubiertos haciendo distintas formas solo en tres fotografías de cuatro. Distinta  a todas las demás obras, me llama la atención la diferencia que existe con las otras y los materiales que utiliza, hasta la integración en la exposición de la fotografía.
Por último podemos destacar la serie Santuarios espacios para el no-habitar en la que mezcla materiales como el caucho y el acero inoxidable muy parecida a Santuario 2 pero con caucho, de la cual podemos sacar una idea con el propio título de la obra.

Florentino Díaz con esta serie de obras, la mayoría de ellas esculturas, intenta plasmar una idea que tiene bastante clara, el problema para él es la sociedad por lo que como dije anteriormente hace una crítica un tanto rebuscada para el espectador. Una exposición que no a todo el mundo le puede gustar pero que sin duda tiene ese toque de personalidad a la hora de crear dichas obras, “escribiendo” sus pensamientos en ellas y reciclando materiales ya anteriormente utilizados que tenían una función diferente. Innovación ante todo veo en esta exposición, a la que recomendaría que fueran a ver algunas personas especificas, que se que les encantara.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Humo en tus ojos

Por Sara Rodríguez Canal.


Al igual que el héroe que regresa a su hogar tras años batallando, así es el regreso del artista Jorge Barbi a Madrid, donde no exponía desde 1995.

La exposición podría dividirse es dos partes. La primera bajo el título de Humo. Consiste en una serie de fotomontajes, a simple vista de objetos antiguos, oxidados, estropeados con un fondo negro, algunos amontonados y otros separados entre sí, colocados, dejándose ver plenamente. Piezas del pasado que vas acumulando en tu propio orden desordenado, como el estudiante en plenos exámenes finales. Objetos que han podido tener gran significado o el mas mínimo, algo que quieres recordar u olvidar, quien sabe. En ellas podemos ver figuras de humo por los alrededores. Puede ser una manera de comunicarse, como los antiguos indios cuando les separaban grandes praderas. Puede que esas acumulaciones de recuerdos le hagan daño pero no pueda deshacerse de ellas. Volviendo a la imagen del héroe, sintiendo esa frustración o tristeza al llegar tarde a tu misión, a no poder cumplirla, algo que se queda en tu interior, cosas que necesitas sacar pero, en el fondo, ni quieres ni sabes cómo sacarlo, hasta que llega alguien a ayudarte a superarlo o a entenderlo.

De todos modos, estos objetos, tenga mucho significado o no para su dueño, acabarán desapareciendo, siendo vendidos o perdidos. Poco a poco olvidados como nosotros mismos.
En la segunda parte se encuentran unas series fotográficas bajo el nombre de  “Producto de la necesidad, Producto del juego, Producto del azar”. ‘Welcome to Paradise’ amantes de la naturaleza a este extraordinario espacio en el que naturaleza, ser humano y azar se unen en una danza que es capaz de dejarnos perplejos.

Hace una división de los grupos de imágenes. Por un lado están los paisajes que uno se puede encontrar, por otro, paisajes en los que el hombre ha tenido algo de influencia y, por último, paisajes en los que ha tenido una gran mano la casualidad, el azar, y se han creado unas sorprendentes figuras o siluetas, entre otras.

Con estas imágenes entré en una verdadera confusión, pues si no llega a ser por el título, más de una obra pensaría que no correspondía a lo que se hablaba. Me explico, en muchas de las imágenes de azar parece que la intervención del hombre es presente y necesaria para que esa “situación” sea posible.  

El ver estas tres últimas obras me ha hecho replantearme muchas cosas, he subestimado todo esto mundo de arte tan difícil de entender para mi, desde mi punto de vista. ¿Cómo sería yo capaz de ver tales figuras en arena, árboles y otros elementos paisajistas? ¿Será algo que se encuentra por azar o hay que ir buscando? ¿Fotografías esos sucesos o te das cuenta después? Muchas veces si vuelves a revisar fotografías que has hecho o te han hecho, puedes ver cosas nuevas, no ha este nivel, pero para mí es algo similar, un modo de intentar entenderlo.

Se nota a la legua que soy una amante de la fotografía, a lo mejor de ahí mi gran admiración ante todo esto. Un simple paso a un lado o a otro puede cambiar desorbitadamente el resultado de la imagen. Es necesaria una exactitud, imaginación y paciencia mágicas.

En conclusión, lo que creo que Barbi intenta expresar es la cercanía de ambos mundos, el del hombre y el de la naturaleza, y cómo el hombre puede intervenir en él pero no puede controlarlo. Puede aprovecharse de él pero siempre seremos inferiores, borrosos, como una cortina de humo. 

domingo, 24 de noviembre de 2013

CONSECUENCIAS DE LA PEREZA.

Crítica sobre la exposición "La casa desolada, LME" de Florentino Diaz por Pamela Piedrahita.

Actualmente la situación de España y de todos los hombres que la habitan es llamativa, sorprendente y para muchos roza lo dramático. Hace unos años la idea de dejar a un lado las distracciones y luchar por nuestros derechos estaba en boca de algunos cuantos ilustrados y aburridos como pasaba en mi colegio cuando apenas tenía 16 años y comenzaba el movimiento 15M, que trajo consigo una ola de manifestaciones en contra de la casta política que nos estaba llevando a usted, a mi y al pueblo a un precipicio, este movimiento fue criticado, odiado y apoyado por unos pocos y desde mi punto de vista tenía que haber sido un movimiento encabezado por todo el mundo, literalmente, sin excepción alguna, desde los mas pequeños, los mas ricos, los inteligentes, los que pasan del mundo, los hombres en general, pero no, el 15M fue ignorado y ahora se ven las consecuencias, la rabia del pueblo y las quejas, cuando en su momento pudimos hacer algo y pasamos.

Este tema, ahora tan habitual en las conversaciones hasta de un adolescente normal donde su mayor preocupación es el que dirán, fue expuesto por el artista, Florentino Diaz, en la Galería Astarté con el titulo de "La casa desolada, LME". Esta exposición se basa en pequeñas casitas hechas con materiales reciclados, recogidos en contenedores, abandonados o ya sin uso ni valor pertenecientes a lugares importantes como el Hotel Palace que explica el propio autor en una entrevista, también aparece la frase "soy español y estoy en paro" y un personaje popular español y cómico como Filemón.

Uno de los deberes de los artistas en este mundo moderno es hacer un arte critico, moral e instruir al ciudadano vulgar y Florentino Diaz cumple muy bien este requisito con esta exposición ya que trata temas preocupantes, puede llamar la atención de personajes públicos de su alrededor que pueden crear soluciones y demuestra que esta nueva situación no solo afecta al pueblo sino también a las elites de nuestra sociedad.
De forma irónica nos muestra la realidad, ahora la clase media y baja intenta sobrevivir con los restos que le queden, llegar a fin de mes con apenas alientos e ilusiones que poco a poco van perdiendo valor como los materiales recogidos del Hotel Palace, las sobras de materiales ricos utilizados por los pobres, la idea de Filemón la compara con un ciudadano normal con tragedias, situaciones tan irreales en un país del primer mundo que hasta resulta ilógico y gracioso; somos un dibujo manejados por los de arriba, los de poder, los que quieren espectáculo, no somos dueños de nuestra propia vida y algunas decisiones que creemos que podemos tomar con libertad están determinadas por leyes y medidas que poco a poco nos van bloqueando, nos van cortando alas y nos van devolviendo a épocas anteriores donde las luchas por todos los derechos que tenemos ahora parecen que fueron en vano, la frase principal de "Soy español y estoy en paro" es una critica a la pereza, al no hacer las cosas a tiempo, al luchar por lo que nos pertenece solo cuando nos vemos en la peor situación que poco a poco se veía venir, pero lo único que sabemos hacer es criticar y no llevar a practica la teoría  ya que eso implica mas, implica sacrificio, un sacrificio  de lucha, de decir " ¡Basta ya! " , de no dejar que los políticos y los banqueros se apoderen de todo, un sacrificio que en un momento adecuado como la oportunidad del 15M y su mentalidad hubiera parado esta situación actual. 


Florentino Diaz nos recuerda por si acaso cual es la lamentable situación en la que estamos para que no nos acostumbremos a ella.

lunes, 18 de noviembre de 2013

La marcha del millón de hombres

por Sara Rodríguez Canal.

“La educación no se vende”, “contra la educación mercantil”, “por una vivienda digna”, “no a los desahucios”, “no al paro”, “malditos aquellos que defienden al trabajador con palabras y lo traicionan con hechos”. Estos son algunos ejemplos de algunas frases que recorren las calles de nuestro país día a día desde hace demasiado tiempo ya. En manifestaciones, en pancartas, en redes sociales… se puede comprobar el descontento de la población en general con los desahucios,  las leyes en la educación o el paro, entre otros. El optimismo baja mientras el descontento sube. Gente querida a la que tenemos que decir adiós y ver marchar para que puedan tener un futuro.
En la exposición de Florentino Díaz, se puede apreciar claramente este ambiente. Al entrar puede que estés un poco desconcertado, contrariado. Hasta que poco a poco se empieza a apoderar de ti esa sensación que vives en casa o en el colegio, ese sentimiento  para con la sociedad. Ese cabreo descomunal y ese malestar que te retuerce el estómago porque por más que intentas hacer cosas para mejorarlo, a veces incluso empeora. ¿Cómo poner fin a una situación así?
En esta exposición, con un tono crítico y humorístico a la vez, se puede ver reflejado el sentimiento que inunda el país. Como poco a poco algo que nos parece familiar carece de sentido, como una casa embargada, en ruinas. Se pueden seguir los pasos, escultura tras escultura,  que la llevan hacia la ruina, como al país. Ocurre lo mismo en el ámbito escolar, en las aulas de colegio, institutos y universidades. Pero antes de pasar a este ámbito quiere dejar claro algo que está día a día en boca de todos: “soy español y estoy en paro”.
Todas las obras están hechas de restos, de cajas por ejemplo, de materiales reciclados. En muchas de las cajas podemos observar mensajes, publicidad, el nombre del contenido…  Su exposición, denominada La casa desolada cuenta con unas iniciales que son L.M.D, que concuerdan con las iniciales de la Bolsa de Metales de Londres. Esta fue un resultado directo de la revolución industria y, además, proporciona el foro global para todos los que deseen manejar el riesgo de los movimientos futuros del precio en metales y plásticos no ferrosos, extraña característica ya que la mayoría de sus obras son en madera, aunque hay un par de ellas en metal.
Volviendo al tema de las aulas, podemos ver la decadencia de estas, en una de ellas con la palabra “arte” escrita en mayúsculas. A la vez, en la mayoría de las obras podemos ver una figura de gran nariz y en alguna ocasión con bigote. En los títulos de las obras podemos ver que es una alusión al famoso personaje de comic Filemón, aunque, en mi opinión, puede referirse en el fondo a los culpables del estado del país y de la sociedad.

El autor ha recurrido a un tema palpitante en estos momentos que mueve a grandes masas de gente, algo cercano con lo que todos nos sentimos identificados y con materiales que podemos encontrarnos día a día en nuestra vida, aunque no prestemos atención.  En esta exposición podemos ver una verdadera muestra de rebeldía, de inconformismo con lo que nos rodea. Nos hace ponernos de pie y luchar por lo que creemos, no dejarlo derrumbarse. Hay que estar al pie del cañón porque, al fin y al cabo, es nuestro país, nuestro hogar, donde hemos nacido y queremos un mejor futuro para las personas que lo forman.  Con poco puede llegar a expresarse mucho. 

domingo, 17 de noviembre de 2013

¡O nos mudamos o este país lo reformamos!

“La casa desolada” L.M.E es el nombre de la nueva exposición de Florentino Díaz (Cáceres, 1954) expuesta en la Galería Astarté de Madrid. En estas obras escultóricas hechas de madera reciclada de puertas, acero inoxidable y caucho se esconde en realidad una gran crítica social de lo que España está viviendo en estos momentos.

Por las habitaciones de la galería, que también era una casa, pero ambientada para este tipo de actos, había esculturas de acero inoxidable y sillas “volando” por la pared. Y algunos de sus monos de trabajo que uso mientras creaba las obras, en uno estaban puestas las iniciales L.M.E las mismas que aparecen en el título de la exposición y en otro estaba el mapa de España hecho de cubiertos de metal.

Las esculturas fabricadas con trozos de madera que se asemejan a maquetas como las que hacíamos cuando éramos pequeños, son casas, con sus sillas, mesas y camas. Pero están desoladas, como si dentro de ellas ya no se pudiera vivir a gusto, o simplemente no se pudiera vivir. Hay que dar gracias de que tenemos aún un hogar donde vivir, donde poder descansar, reflexionar sobre nuestros problemas o disfrutar con la familia. Porque ahora muchos ya no lo tienen y es gracias a las altas hipotecas y problemas en los que estamos sumergidos los españoles. Tal vez es eso lo que quiere comunicar el artista con todo esto.  Pero dentro de algunas de estas casitas aparece un personaje, la cara de un hombre con gran nariz que nos recuerda a un viejo personaje del tebeo español, Filemón. Este mismo personaje es también el que aparece en numerosos cuadros colgados en la pared de la estancia. Estos cuadros están hechos con una técnica mixta de madera y fotografía y en ellos están destacados con grapas algunos elementos. Dentro de ellos encontramos lugares como salones de casas o despachos y en casi todos está presente Filemón hecho con grapas. Lo que nos lleva a pensar que pueden ser los lugares en los que los políticos tienen sus reuniones o en donde los jefes despiden a sus empleados.

Otras de las obras que podemos encontrar en las paredes de la galería son de nuevo estructuras hechas con trozos de madera pintados,  algunas con palabras y mensajes. Esta obra es sin duda la que más refleja la crítica de Florentino hacia la sociedad de hoy en día, hacia la España de paro, corrupción y precariedad en la que estamos viviendo. En ellas hay siluetas de hombres con maletín, que se asemejan a los peces gordos de la política y los negocios, los mismos que nos están haciendo caer en picado, los que no nos dan soluciones para salir de esta crisis que ya cansa a más de uno y obliga, como al artista de la exposición, a expresarnos y a decir lo que sentimos por este país, si es que se puede llamar así. Pero no estoy aquí para criticar a España, ya que podría seguir perfectamente, sino para acabar de explicar esta exposición. La cual me ha gustado mucho porque es una forma original y un tanto irónica de expresar lo que muchos sentimos y no somos capaces de expresar en el arte, que es lo que ha hecho Florentino Díaz, por eso muchos se sentirán muy identificados con ella.

Por Marta Palomares.



Un viaje al pasado


Nos encontramos ante “Señales de Humo”, una exposición de Jorge Barbi (La Guardia, Pontevedra 1950). El cual expone por tercera vez sus obras de arte en la calle Doctor Furquet de Madrid, esta vez en la recién estrenada Galería Bacelos.

A primera vista nos encontramos con impresiones digitales de objetos cotidianos, herramientas, artilugios que parecen haber sido olvidados durante mucho tiempo en un desván, o incluso palos y piedras. Me refiero, por ejemplo a “Señales de humo. Descartes” donde aparecen algunos de estos artilugios y objetos ordenados vertical y horizontalmente, que aparecen anteriormente en forma de boceto en “Humo”. Parecen ser los elementos que el artista iba a utilizar en sus posteriores obras, es decir, los pasos previos, los restos descartados, de lo que todavía no era la obra de arte. Lo podemos ver también en “Paso Previo”, tres fotografías con distintos elementos: hierros, cabacos y objetos varios, todo ello dispuesto en un fondo negro. Siguiendo con esta temática de objetos extraños, me llamó la atención “Señales de Humo. Gruta”. En esta obra la composición de objetos estaba escondida dentro de una cueva y al final de ella se veía la luz. Lo que esto me transmitió, es tal vez una evocación a nuestro origen, al origen de nuestros antepasados, de como con cualquier cosa podían trabajar  y fabricar objetos útiles, o pintar dentro de las cuevas y rocas.

Paseando por la pequeña estancia, podemos observar también tres conjuntos de 47 fotografías cada uno, que a simple vista parecen tener en común la misma temática. Pero a medida que los vas observando más cautelosamente, te das cuenta de que cada uno tiene un mensaje  propio. “Producto del azar” tiene elementos que tienen que ver más con lo que ha creado y crea la naturaleza: nubes en el cielo que parecen la suave marea del océano, un tomate que se asemeja a la cara de un hombre con una nariz muy grande, o excrementos de gaviota que dan forma a cuerpos de seres humanos. En cambio, en “Producto de la necesidad” aparecen manifestaciones creadas por el hombre, en su mayoría refugios y cabañas hechas con palos y piedras, caminos y montañas… Y en la última composición, “Producto del juego” parece haber una mezcla de fotografías entre la temática de las dos anteriores. En conjunto las tres obras transmiten, tal vez, esa vuelta a las costumbres y construcciones antiguas, y de cómo poco a poco hemos ido evolucionando, creando nuevas y mejores cosas.


El título de la exposición nos hace reflexionar sobre como el arte contemporáneo al igual que la vida y el humo, se disipa. Porque está en continuo cambio y antes de que nos demos cuenta o nos paremos a pensar sobre ello, se habrá desvanecido. Lo que hacemos y vivimos tarde o temprano se olvida, desaparece. Jorge Barbi, una vez más nos ha presentado una gran obra de arte dividida en dos partes: los pasos previos de lo que sería después esta obra de arte; y por otro lado un trabajo que ha comenzado y espera continuar, los conjuntos de fotografías que nos han mostrado como con el paso del tiempo, por el azar y sin prisa, se han ido formando objetos creados por fenómenos de la naturaleza fusionados con el mundo humano.

Por Marta Palomares.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Frutero, deme una caja de fresas que tengo ganas de hacer arte

Crítica de Edgar Cárdenas sobre Florentino Díaz La casa desolada, L.M.E

La crítica hecha escultura. Así es como nos muestra este artista cacereño, Florentino Díaz en la Galería Astarté, las múltiples esculturas realizadas con diversos materiales, casi todos ellos reciclados incluso el título de la exposición La casa desolada, L.M.E es un titulo de una obra de Charles Dickens. Critica a la actualidad y a esa palabra que aprenden los niños en el presente antes que decir mamá, "crisis".

Edificio o parte de él  para vivir. Esa es la definición de casa, una definición idílica para los tiempos que corren, vivir entre cuatro paredes se ha convertido en un lujo, vemos cómo aquellos que nos representan en el Congreso por votación popular, no tienen problema en demostrar aquello que tienen gracias a ti, mientras tú vives en una casa que dentro de poco será igual de grande que aquellas que realiza F.Díaz con cajas de frutas, en las cuales cualquiera puede entrar, incluso hombres con un maletín negro como los cobradores del frac. Porque está muy claro que estamos en una época en la que pedir es algo popular y el Estado no se queda atrás. Florentino no es el único artista que utiliza la morada para realizar una crítica social, al igual que artistas como Elba Damast, Manuel Sainz o Pello Irazu.

No sólo es la crisis del metro cuadrado la única que preocupa al artista, también la crisis de pérdida de la cultura, miles de escritorios tirados porque ya no van a ser utilizados, como ese escritorio de metal retorcido de Florentino, que ya ha perdido su utilidad de soportar nuestra enseñanza. Estamos tirando nuestra cultura y nuestro arte por esa imposición Occidental, una pérdida de las humanidades porque no tienen números ni operaciones aritméticas.
"Soy español y en el paro estoy" ¿Cúantos millones de personas podrían poner eso en su biografía?. Esa cola del paro más larga que el columpio de Heidi. F.Díaz critica cómo nos estamos quedando en el sofá en vez de levantarnos. Tenemos la necesidad de que aparezca en nuestras vidas algún héroe, pero no para salvarnos de nadie sino para alegrarnos la vida. Como ya hacian Mortadelo y Filemón en sus cómics de antes, con esas historias alocadas de los años 60 hasta hoy, que alegraron a la infancia de tantos niños y de otros tantos no tan jóvenes.Vivimos en una sociedad en la cual el tiempo se utiliza para todo menos para reírnos de él y ese poder lo consigue Florentino Díaz a través de sus obras.
El título de esta exposición va acompañado de las siglas L.M.E. En mi opinión hace referencia a London Metal Exchange, la gran bolsa de metales londinenses de hierro. Esto puede hacer referencia a ese gran imperio que fue Inglaterra durante la Revolución Industrial mientras al mismo tiempo, España era un mundo agrícola, casi una perspectiva de la actualidad cuando Inglaterra pelea por ser una potencia económica y España no llega ni a pagar un rescate completo.

Florentino Díaz es un artista que tiene una gran trayectoria, desde su primera exposición individual en 1988 hasta llegar en Ferias Internacionales de arte como Arco desde 1995-2001. El artista además de la crítica en sus obras sobre la sociedad, también habla del momento de la venta de las obras. Él en algunas entrevistas, ha hablado sobre el tema de vender, él se declara "mal vendedor" pero dice que hoy en día "Los artistas tenemos que ser vendedores" y muchas veces el arte se ha convertido en una más de las características de nuestro sistema capitalista; le damos ese valor al arte desconocido sólo para que los famosos snobs y los nuevos ricos tengan algo en su casa para aparentar el poder económico. Al final llegaremos a aquello que le hubiera gustado ver a Andy Warhol, fajos de billetes en las paredes.



Las ruinas de nuestro pasado y presente

El Paro un concepto que ha llegado por todos los medios disponibles, es una preocupación constante, como si el hombre hubiera olvidado la perpetua condena del pesar de la muerte, como si todo se hubiera reducido a escombros, escombros que encontramos en la exposición del artista Florentino Díaz con su obra La Casa Desolada, una exposición donde nos muestra justamente esto, el paro, la desolación, mediante trozos de madero recogidos de la calle intenta llegar al público con estas casas medio destruidas, que podemos llegar a intuir perfectamente como los cimientos del país en el que vivimos, España, un país que está quedando en ruinas, donde la gente se está quedando sin hogares y donde se están suicidándose porque no ven otra salida.
Algo destacable de toda la exposición de Florentino Díaz son sus Mortadelos, un personaje lustre de España, que cualquier niño de la generación del siglo XX ha podido disfrutar, pasando buenas tardes leyendo y riendo con las locas aventuras de Mortadelo y Filemón, es como si el artista quisiera trasmitir que hasta el mundo cómico estuviera también de luto, por la situación desastrosa en la que nos encontramos, como si también fueran victimas del asesinato que están haciendo con la sociedad española.
Más y más crisis toda obra de su exposición está presente esta idea innegable y constante, que afecta a todos los sectores, como el caso de la educación como vemos en una silla pequeñita, que cualquier persona que haya sido niño en el siglo XX reconocerá esa pequeña silla verde que se sentó cuando intentaba aprender cuanto eran 2 + 2 para ahora pensar que muchos niños no puedan disfrutar siendo un niño que va a su clase a aprender a sumar o a atarse los cordones, a no poder disfrutar como ya lo hicimos nosotros con Mortadelo y Filemón, porque en todos los sitios la crisis esta constante, los niños ya no son tan felices por culpa de la sociedad en la que estamos viviendo.
Es un hecho lo de la crisis, la pura crítica, pero mi crítica no va sobre la crisis, algo que ya está más que criticado y comentado sino más bien contra este artista, si la crisis es un acto presente en sus obras porque sus obras tienen esos precios desorbitados, ya sabemos lo caro que es el arte, pero si supuestamente este artista esta tan presente en el mundo de la crisis porque observamos el catálogo de precios y encontramos una obra tan cara, es como si realmente, puede que sea una estrategia para el sector rico que compra obras de arte, para que este sector sea consciente también de la crisis, que probablemente para ellos ni existan, porque como bien se dice mientras que no me toque a mí me da igual. Pero aun así no me termina de convencer, no veo la necesidad de vender una pieza hecha con unos maderos encontrados en la calle a un precio desorbitado, pero yo no mando en el sector financiero del arte, soy como todos mis compañeros, como todos los que solo van a observar la galería de Florentino Días un simple amante del arte que quiere descubrir nuevas exposiciones, de cómo el arte nos conecta con sentimientos pasados, presentes y futuros, no estamos para criticar precios sino criticamos lo que el pintor pueda llegar a contarnos a través de sus exposiciones.

Florentino Díaz un pintor que está comprometido con la crisis pero solo artísticamente a mi parecer, que quiere criticar este sistema mediante el arte, pero no mediante el precio de las obras de arte y su precio desorbitado.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

"Impresiones." Critica de la exposción "Seda de Caballo de Manuel Vilariño. Elena Sanz Sánchez


 
IMPRESIONES.
 
Desolación, miedo, frío, muerte, acabados imperfectamente perfectos… Sutileza contenida y desmoronada al mismo tiempo… Pero también belleza y calma, buena soledad y extrañezas positivas. Sensaciones frías y calientes arrejuntadas, con un orden desordenado. Ganas de salir corriendo y de quedarte… Todo esto es lo que el artista Manuel Vilariño consiguió transmitirme en su “Seda de caballo.”, expuesta en la antigua Tabacalera de Madrid.
Un espacio tan abrumadoramente mal conservado que engancha. Oscuridad y desconchones te adentran en un mundo bestial y único, tenebrosamente bello que te invita a pasear por sus pasillos y recorrer sus diáfanas salas con desconfianza pero también con un sabor dulce y expectante en los labios.
Gran elección.

                Las paredes de Vilariño, plagadas de fotografías con una excelente calidad artística, dejan entrever el perfume de la dama de negro que al artista le ha tocado aguantar (sin taparse la nariz) recientemente. Su Julieta muerta es tu acompañante en todas las salas de la exposición. De ahí viene posiblemente la inspiración, de ese olor a la muerte de una amada.


                La primera impresión que nos llevamos de Vilariño es la montaña de cúrcuma, que transporta al artista a su juventud, en la India. Para él tiene tintes olorosos contrapuestos a la muerte. Impregnante.
En contrapunto, la Tabla BWA… Inquietante. Multimedia. Un juego con la muerte, en damero… ¿Quién puede realmente jugar con la muerte? ¿Alguien es capaz de ganarla?

                Y ya de lleno en la exposición, tras el juego mortal de la pantalla… Me di de bruces con un panel plagado de diferentes animales que me miran fijamente, pájaros oceánicos con intenciones e inteligencia casi humanas… ¿Reflexiones sobre las antiguas bestias medievales, quizás? El término “Gorgona” se me viene a la cabeza… El desnudo que te provocan es algo sobrehumano, enfermizo, aterrador, electrizante, adictivo… ¿Qué pretende con esto el artista? “Petrificación” diría yo.

Avanzas. Pasas de lo animalístico a lo humano… Ó mejor dicho, a lo post-humano. Cráneos, músculos, huesos numerados… Y animales muertos. Transgrediendo así la naturaleza muerta, sosa, sin vida… Noche y piedra.


                Y otro panel más, si cabe más impresionante que el anterior. Artefactos industriales y animales mutilados… Dos conceptos sin relación aparente. Pero, ¿por qué no juntarlos? Es un encuentro fortuito que, es este caso, ha resultado. Queda bien. Y ya está.
Los objetos usados expresan su contemporaneidad simplemente. No hay que pensar, y eso a veces está bien.

                De pronto y sin querer te encuentras con “Abada”. Distorsionado. Oscuro. Nebuloso. Mitológico. Bello. Estos son los restos de este rinoceronte.

                Más paneles…  imágenes de animales fallecidos, paradisiacos, donde se ha evitado la putrefacción con un simple “click” (¿Sabrían esto los de Kodak en sus inicios?) Éstos, rodeados de coloridas especias (“comida igual a vida”), presentan una tentadora contradicción, como estar entre la luz y las tinieblas al mismo tiempo. Múltiples colores, nuez moscada, nuevamente cúrcuma… Todo engendrando la metamorfosis de la materia.

Y cruces de pimentón con animales muertos, y sellos, y fragmentos óseos con cableado… No tengo palabras.

              ¡Por fin! Seda de caballo… Salvaje, bosques, cedro…Una bola gigante de madera y pelo de ese desbocado animal. Aporta olores, significados latentes de lo que retrata la retrospectiva del artista.

                Bodegones contemporáneos nos evocan a bodegones barrocos, clásicos españoles. Velas. Velas como posible signo de la existencia humana, que se consume lentamente… Muerte.

                Montañas negras, nubes blancas. Auroras antes del amanecer… María Zambrano debería de estar bien orgullosa. Resultan unas fotografías tremendamente bellas, a mi juicio. Simulan ese despertar que todos anhelamos…
Y playas, acantilados negros. Quietas, ruidosamente silenciosas, poéticas… Serenidad, quietud. El final de lo humano como animal y el principio de lo sobrehumano. Sobrecogedor.


 

               

 “En la campana de la noche hay un búho dormido,

                 una llama
                                   ceniza
                                                    nada.”

Soledad, nocturnidad, desolación, muerte… Esto es lo que te llega si estás atento.




Elena Sanz Sánchez.

martes, 12 de noviembre de 2013

IMÁGENES CREANDO IMÁGENES.

Crítica sobre la exposición "señales de humo" de Jorge Barbi por Pamela Piedrahita.

La exposición "señales de humo" del artista gallego, Jorge Barbi, se presenta en la Galería Bacelos que como nos explica él mismo, es la tercera vez en exponer en este lugar después de unos cuantos años y con algunas obras recopiladas de esos años anteriores en esas exposiciones.
El mismo artista explica que volver a utilizar las obras de hace unos años no seria para seguir una continuación sino para exponerlo restos descartados. En mi opinión hacer algo así es como releer un diario escrito en nuestra adolescencia, podemos recordar todos las experiencias de esa época, las miles de ideas que nos rondaban en nuestra cabeza y los mismos ojos que nos servían para ver el mundo con perspectivas distintas.

Esta exposición esta compuesta por una serie de mosaicos formados por fotografías llamados "producto de la necesidad", "producto del azar" y "producto del juego", estos mosaicos nos muestran imágenes que no nos revelan un significado directo, imágenes que tienen poca relación unas con otras e imágenes de objetos o paisajes un tanto extraños, que crean intriga y que juegan con mostrar otra imagen sin querer a partir de esa imagen. Al ver esta serie no sentí mucho y no fui capaz de añadirle algún adjetivo tanto bueno como malo, sólo vi fotografías tomadas por un ojo y mente individual que vio algo en ellas, lo único que me pareció muy curioso es el hecho de que a lo largo de nuestra rutina podemos encontrarnos con muchísimos objetos o ver cosas que crean otra imagen sin querer, por casualidad y que pasamos desapercibidos de estos hechos.

Justo al lado de la puerta había una serie llamada "Humo" con un fondo negro y unas figuras pequeñas puestas en todo el fondo sin sentido, pero ordenadas… en una de las imágenes habían dos llamaradas de humo que eran tan reales, tan espesas, tan grises, que daban ganas de cogerlas o estar dentro de ellas para experimentar una nueva sensación. Al lateral izquierdo había otra imagen con otras figurillas del mismo estilo de la anterior llamada "Gruta", pero en vez de humo había una cueva  a un lado que asimilé con los ojos del ser humano mientras que las figurillas me recordaban todos los pensamiento e ideas que guardamos en nuestro interior. Desde mi punto de vista, el artista con estas series quería recordarnos el hecho de que este planeta esta formado por millones de personas que en su mente tienen figurillas totalmente distintas y únicas.


De toda la exposición la fotografía que mas me gustó fue la que se encuentra al lado del mosaico "producto al azar", tan solo al momento de girar la cabeza y mirar esa fotografía, pensé en una cárcel, tal vez porque relacioné esas lineas grises con barrotes o con el típico uniforme de los presos que vemos en las películas, pero sin duda pensé en una persona detrás de esa fotografía no con cara de tristeza sino con cara de cansancio, cara de hastío o simplemente con una cara inexpresiva porque por mas que muchas personas argumenten que en la cárcel se vive bien o por muy grande que sea el pecado del prisionero, no dejo de pensar que no hay nada mas bajo que quitarle la libertad a un ser humano, libertad para cosas tan básicas como decidir no levantarse o decidir no acostarse. 

lunes, 11 de noviembre de 2013

Ladrones con corbata.

No hace mucho visité la galería de arte contemporáneo “Astarté” a fin de visitar la nueva exposición de Florentino Díaz. Un artista que a pesar de llevar un tiempo en silencio tiene una larga trayectoria, y que vuelve a hacer gala de su humor y su ácida ironía a través de los cuales critica los males de la sociedad actual.
El nombre de esta exposición es  “La casa desolada”. A través de ella podemos ver el descontento que sufre el artista hacia el Estado y la sociedad española en general aunque todo ello bajo la comicidad que le caracteriza. El tema central es de denuncia social, como ya hemos mencionado, tema con el que a raíz de esta infatigable crisis por la que pasa el país hace que te sientas identificado, ya que se ha convertido en uno de los principales problemas de la sociedad española. La muestra de estos pensamientos la refleja en todas las esculturas de madera de la exposición, en las pinturas e incluso en los propios títulos de las obras podemos apreciar la disconformidad del autor. En la exposición entre otras cosas vi pequeñas casitas, quizá de ahí venga la idea de exponer en un galería que pareciese una especie da casa privada a la cual tienes incluso que llamar al timbre para entrar, esto puede ser una metáfora que ha utilizado el propio artista al elegir ese lugar para su obra. Están hechas de madera pero de trozos sacados de caja de fruta una idea que me gusta, ya que es material reciclado lo cual es algo muy bueno y también me hace plantearme una cosa hasta qué punto estaríamos dispuestos a llevar el arte, es decir, ¿podríamos considerar arte cualquier cosa que encontrásemos en la calle sin más? ¿O simplemente estemos ante una nueva forma de entender el arte bajo el mundo del reciclado? Además de plantearme estas cuestiones también la débil estructura de estas construcciones me hacen ver que no llevan consigo una gran carga de crítica. Dejando las reflexiones aparte a cerca de sus obras en madera, observamos otras casas que nos resultan divertidas debido a la disparidad de los elementos que la forman y al surrealismo que las caracteriza, el autor consigue sacarnos una pequeña sonrisa a pesar de estar observando la amarga crítica social de la que se vale el artista en la exposición. Esta serie de casas son denominadas “casa moralizantes”, por todo el contenido significativo que acogen.
Aunque no hace referencia explícita de los temas que está denunciando, el espectador consigue sacar en todo momento rasgos y similitudes con la actualidad, de forma que se siente involucrado en cierto modo, por ejemplo la silueta de un hombre trajeado con un maletín, idea que en nuestra mente nos remite rápidamente a la idea de la clase dirigente como auténticos ladrones con corbata.
Hace continuas alusiones a la situación social de España, una España cada vez más rota, esta idea la vemos representada en la maqueta que hace de un mapa del país en otra de las salas, en la que vemos un país fragmentado, un país que ha perdido su unidad debido a las desavenencias económicas. En esta parte de la exposición el artista nos deja tres iniciales misteriosas LME,  de las cuales no he sido capaz de sacar su significado aun, es algo que solo él sabe.

En esta muestra del artista podemos ver su creatividad al ver una serie de fotografías con grapas por ejemplo, una idea que consideraría original. Por lo que podríamos concluir diciendo que Florentino Díaz nos muestra una realidad cercana y cada vez más desoladora, de forma humorística consiguiendo romper en parte con la seriedad del tema al que somete sus obras.

domingo, 10 de noviembre de 2013

El interrogante del humo

Paisajes y objetos que quizás para nosotros no tenga ningún significado nos muestra Barbi en su exposición, objetos simples algunos sin utilidad, amontonados  unos con otros los cuales parecen no tener algún sentido por lo menos para el espectador.
Barbi parece fotografiar  la naturaleza que le gusta ver, la plasma en la trilogía de Producto del azar, Producto de la necesidad y Producto de juego en las que agrupa 47 fotografías y en cada una de ellas contiene diversos paisajes u objetos los cuales les da algún tipo de significado. Gracias a sus títulos puedo tener una idea de más o menos lo que quiere transmitir acercándonos más a su pensamiento. Producto de azar agrupa imágenes desde una pared de ladrillos hasta el cielo formando una especie de cruz dibujada por aviones, así como paisajes solo rocosos y un tanto tristes transmitiendo la soledad de esos lugares y el azar (como bien dice el titulo) de las imágenes que el artista agrupa. Yo creo que Producto de la necesidad está más claro lo que quiere transmitir el autor, podemos ver que algunas de las imágenes son casas de distintos tipos, materiales y tamaños, asociadas a la necesidad que los seres humanos tenemos de tener un hogar donde vivir, vemos  torres que parecen ser de vigilancia y también, como la obra anterior, paisajes rocosos “sin vida” mostrando una obra que por lo menos para mí creo que representa la “necesidad” de vivir bien, segura y con un hogar, sin entender muy bien que significan los paisajes que también encuentro en la obra anterior. La última de esta serie presenta menos paisajes rocosos pero encontramos fotografía de playas en las que vemos un objeto armado que al parecer tiene algún tipo de entretenimiento, es “un juego” y paredes pintadas, así como objetos bien agrupados que para el autor tendrá que tener algún significado relacionado con la diversión. Estas obras tienen en común esos paisajes rocosos los cuales me llaman la atención, deben de tener algún significado el cual no logro identificar.
Sus obras me producen un gran misterio, ¿que trata de reflejar en ellas? ¿Qué quiere decir con esas fotografías? Sin duda es una exposición muy peculiar tanto la manera de representarlas como esa idea de usar objetos algunos útiles y otros no.
Con su serie de obras en las que tenemos  a Paso previo. Hierro,  Paso previo. Cabacos  y  Paso previo. Objetos parece que intenta mostrar una figura formada por el montón de objetos, hierros, la mayoría oxidados, inútiles, pedazos de una especie de materia blanca y pedazos de madera, metal conjugando varios colores con esa mezcla de objetos.
Muchos más objetos encontramos en la serie de cuadros Señales de humo. Descartes y Señales de humo. Gruta, en la primera los objetos se encuentran bien organizados y ordenados algunos que utilizamos diariamente otros simplemente son piezas inútiles mientras que en el segundo cuadro existen más objetos pero vemos que se encuentran dentro de una cueva incapaces de salir a la luz.
Fue una exposición que sin duda me dejo con interrogantes en el sentido de que no entendí más o menos que quería explicar el artista fotografiando dichos elementos. Obras de las cuales a mi no me dicen nada y no me producen una buena sensación, creo entender que intenta contrastar la naturaleza con los inventos creados por el ser humano, todo esto en una sala muy pequeña en comparación con otras, en la cual si te gusta te puedes tardar media hora en ver la exposición y si no puedes recorrerla en menos de cinco minutos.
Por Fabiola Albornoz.